La UE suspende la financiación al Gobierno palestino, pero amplía la ayuda humanitaria
Los Veinticinco tratan de presionar a los radicales de Hamás sin perjudicar a la población
La Unión Europea acordó ayer oficialmente congelar toda la ayuda directa al Gobierno palestino en respuesta a la falta de indicios de flexibilidad de Hamás ante Israel. Para no perjudicar a los palestinos, que reciben cada año del orden de 500 millones de euros de los Veinticinco, se va a ampliar la ayuda humanitaria para que cubra también educación y sanidad, con pagos a profesores y médicos que hasta ahora liquidaba la Autoridad Palestina. La UE seguirá sin hablar con los responsables políticos de Hamás, pero "contactos a nivel técnico serán inevitables".
"Hasta ahora no ha habido movimiento serio de Hamás y del nuevo Gobierno palestino con respecto a los tres principios" dijo la ministra de Exteriores austriaca, Ursula Plassnik, presidenta de turno de la UE, para explicar las medidas adoptadas ayer por los Veinticinco. Los tres principios exigidos por el Cuarteto (ONU, UE, EE UU y Rusia) en enero, tras las elecciones palestinas, y confirmados hace unos días, cuando Hamás tomó posesión del Gobierno, son: abandono de la violencia, reconocimiento de Israel y aceptación de los acuerdos ya existentes.
La falta de avances y de indicios de voluntad de cambio por parte de Hamás ha obligado a la UE a cumplir con su palabra y vetar cualquier ayuda directa al Gobierno palestino o canalizada a través de él. "Estamos revisando la asistencia a la luz de las declaraciones del Cuarteto. La Comisión ha congelado los pagos y la asistencia técnica a la Autoridad Palestina", dijo Plassnik. Para este año, en Bruselas se aprobó en febrero un total de 121,5 millones de euros, de los que sólo 17,5 iban directamente al Gobierno palestino, entonces de transición. Por el momento no habrá más ayuda oficial ni de la Comisión ni de los Gobiernos europeos.
"No queremos asfixiar al Gobierno ni al pueblo palestinos. Lo que queremos es la adaptación del Gobierno a la realidad de hoy", señaló Javier Solana, coordinador de la política exterior de la Unión. "Queremos dos Estados, y para ello los palestinos tienen que renunciar a la violencia, reconocer al otro y reconocer los acuerdos de Oslo. Es fundamental".
Benita Ferrero-Waldner, comisaria de Relaciones Exteriores, niega que la UE haya caído en su propia trampa, la de negar todo contacto con un grupo terrorista (Hamás) cuando los Veinticinco pensaban que nunca se daría la situación de ver a Hamás en el Gobierno. "Nuestro objetivo es doble: que Hamás cambie y mantener la asistencia humanitaria básica ampliada con educación y sanidad", decía ayer. Considera la comisaria que cuadrar el círculo del segundo renglón es muy difícil, dado que hasta ahora esa contribución se canalizaba a través del Gobierno.
Pero a juicio de Alberto Navarro, secretario de Estado español para Asuntos Europeos, ayer se consiguió ampliar el concepto de ayuda humanitaria para incluir sanidad y educación, y ahora se trata de cómo formular el cambio de partidas.
La UE, que como Estados Unidos, mantiene a Hamás en la lista de organizaciones terroristas, se autoimpone también la negativa de establecer contactos con el Gobierno de Ismael Haniya. Ayer lo ratificó, pero, como dijo Solana, "la realidad de hoy" es que Hamás rige el Ejecutivo palestino. "No habrá contactos a nivel político, pero seguirán por debajo de ese nivel por razones prácticas", reconoció Plassnik. "Los contactos a nivel técnico y administrativo serán inevitables".
"Decisión injusta"
La decisión adoptada por el Consejo de Ministros de la UE no ha sorprendido a la Autoridad Nacional Palestina, dirigida por Hamás, pero no por ello ha dejado de criticar con dureza a Bruselas.
"Es una decisión errónea e injusta, un castigo colectivo por el hecho de que los palestinos han ejercido su derecho democrático", aseguró a la agencia Efe Gazhi Hamad, portavoz del Ejecutivo. "La presión de Israel y Estados Unidos", añadió, "ha tenido éxito". La situación financiera de la ANP es dramática.
El ministro de Hacienda, Amer Abdul Razek, afirmó que el Ejecutivo necesita con urgencia 126 millones de euros para abonar los salarios de sus 140.000 empleados, de los que viven un millón de personas, y otros pagos urgentes. Mientras, Israel ha cortado toda relación con las fuerzas de seguridad palestinas y continuó ayer los bombardeos sobre Gaza. Una niña de ocho años murió al ser alcanzada por un proyectil su casa en Beit Lahia, al norte de la franja.
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