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Un disco de versiones se acerca al enigma del provocador Serge Gainsbourg

Un doble DVD reúne vídeos, entrevistas y actuaciones del músico y actor francés

Elsa Fernández-Santos

Serge Gainsbourg murió hace 15 años. A sus adoradores les gusta pensar que lo hizo sin soltar la cajetilla de cigarrillos Gitanes que agarraba (cada vez con mayor desesperación) en su mano. Músico, actor, exhibicionista, alcohólico y provocador, la leyenda de Gainsbourg ha crecido con los años. El disco Monsieur Gainsbourg Revisited, que ayer salió a la venta, reúne a músicos y grupos como Franz Ferdinand, Tricky, Michael Stripe, Portishead o Marianne Faithfull que demuestran la vigencia del autor del himno del erotismo, Je t'aime, moi non plus.

Además del disco, se publica un doble DVD que incluye material inédito sobre el músico francés. De un primer bloque dedicado a su primera -y gloriosa- etapa como músico al segundo, en el que se respira su decadencia. Gainsbourg habla una y otra vez de su escepticismo ante la vida. En una entrevista televisiva afirma: "No soy apasionado, no soy generoso. Soy una esponja que nunca suelta el agua que absorbe. No soy buena persona". Y añade: "Me coloqué una máscara de cinismo que ya no me puedo quitar". "He sido siempre un romántico. Fue el contacto con los demás lo que me hizo cínico. Confunden candor con cinismo. Me hice cínico para protegerme de mi fealdad, de los que me atacaban por mi candor y fealdad".

Quizá suena trágico, pero si se tiene en cuenta que el hombre que sufre por ser tan feo logró embriagar a mujeres como Brigitte Bardot, Jane Birkin o Catherine Deneuve, la cosa cambia. Gainsbourg (mujeriego y también misógino, él así lo confesó) convirtió su fealdad en una infalible arma de seducción. Las mujeres (después del whisky y los cigarrillos) eran su máximo interés: "Si no se quiere hablar de Vietnam o de África sólo se puede hablar de mujeres".

En el disco Monsieur Gainsbourg se mezclan generaciones y estilos. Así, y entre otros, Carla Bruni interpreta Ces petits riens; Jane Birkin canta A song for Sorry Angel junto a Franz Ferdinand; Cat Power y Karen Elson adaptan Je t'aime, moi non plus; Jarvis Cocker y Kid Loco recrean Je suis venu te dire que je mén vais; Portishead se hacen con Un jour comme un autre-Anna; Placebo, Ballade de Melody Nelson; Michael Stripe L'Hôtel y Tricky, Goodbye Emmanuelle.

El primer ataque al corazón de Gainsbourg fue en 1973. Él bromea sobre el asunto en público: "He tenido una crisis cardiaca. Eso demuestra que tengo corazón". Los médicos le exigen que deje el tabaco y los otros excesos. Pero Gainsbourg canta con el micrófono en una mano y la cajetilla de tabaco y el mechero en la otra. Su aspecto es sucio y sudoroso. Exhibe su rebeldía hasta el final.

Según escribió el periodista Sergi Pàmies en su artículo El feo seductor, fue Brigitte Bardot (la mujer que inspiró Je t'aime, moi non plus) quien describió con mayor lucidez el enigma de Gainsbourg. "Él, que probablemente fue el pequeño príncipe judío y ruso que soñaba leyendo a Andersen, Perrault y Grimm, se convirtió, frente a la trágica realidad de la vida en un Quasimodo conmovedor o repugnante según nuestros estados de ánimo. En el fondo de ese ser frágil, tímido y agresivo se esconde el alma de un poeta frustrado de ternura, verdad e integridad".

Serge Gainsbourg y Jane Birkin, en 1969.
Serge Gainsbourg y Jane Birkin, en 1969.AFP
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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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