El detenido en un vuelo de Iberia dijo que en 15 minutos estallaría una bomba

El pasajero español que supuestamente amenazó de bomba en el vuelo de Iberia entre Amsterdam y Madrid el pasado viernes le dijo a su vecina de asiento que "estallaría una bomba en 15 minutos", según relató la mujer. Identificado como Rafael Lasfuentes Villar, de 32 años y jefe de ventas de la empresa soriana Señalizaciones Villar, comparecerá hoy ante los jueces. La policía militar holandesa, que lo detuvo en la pista de aterrizaje cuando el aparato tomó tierra, confirmó la liberación sin cargos de otros cuatro pasajeros interrogados.

Lasfuentes ha permanecido bajo custodia en unas dependencias de la policía militar holandesa durante el fin de semana. A la espera de que su testimonio aclare el incidente y pueda comprobarse si se trató de un malentendido, la versión de la pasajera que viajaba a su lado, que prefiere no desvelar su nombre, destaca que, a los pocos minutos del despegue, el detenido le dijo consultando su reloj: "Dentro de 15 minutos estallará una bomba a bordo".

Asustada, la pasajera se levantó y fue a contarlo al auxiliar de vuelo. Éste se encaró de inmediato con el empresario soriano, que se mostró muy nervioso. "¿Qué es lo que ha dicho usted?", le preguntó. Al no obtener una respuesta clara, trató de averiguar si viajaba solo o acompañado. "Sí. Bueno, no, no", fue lo que dijo. Ante dicha actitud y la negativa a permitir que fuera revisada su bolsa de mano, el azafato consultó con el piloto. Minutos después, éste decidió regresar al aeropuerto de Amsterdam-Schiphol y avisó a las autoridades holandesas de la situación a bordo. "Yo conozco a la pasajera que escuchó directamente la amenaza y me parece una persona cabal. Y está muy acostumbrada a viajar", señala una viajera que ocupaba un asiento en la fila de delante. "Lo que más me sorprendió fue el nerviosismo del detenido y la incoherencia de sus respuestas", añade.

Según la segunda pasajera española, sí hubo gran nerviosismo entre los viajeros a la hora de desalojar el aparato. Concretamente recuerda desmayos y le parece que hubo alguna fractura de pierna al descender por las rampas hinchables de las puertas de emergencia.

Según fuentes jurídicas, si no se trata de un malentendido cabría la imposición de una multa seria, porque lo ocurrido podría ser objeto de reproche penal por la alarma social generada.