Urbanismo y alcaldes

Estoy totalmente de acuerdo con el artículo de Enrique Gil Calvo, en la edición del 3 de abril de 2006 sobre el tema de reformar la Constitución para quitar tanto poder que tienen actualmente los alcaldes en los municipios. Sería la solución para acabar con tanto desastre urbanístico, con tanta corrupción, con tanto enriquecimiento de gente sin escrúpulos. Cualquier modificación del uso del suelo, incluso cualquier licencia de obra de una mediana importancia, debería centralizarse en el Estado. Todo lo contrario que ocurre ahora que cada vez se dispersan más las competencias en determinadas materias. Así evitaríamos que gran cantidad de personajes que se presentan a las elecciones municipales sólo por intereses propios, tanto en grandes pueblos como en pequeños, dejaran paso a personas que realmente les importe el pueblo. Seguro que en algunos sitios no se llenarían las listas como ahora.

No creo con suficiente valentía a los dos grandes partidos para intentar una reforma como ésta. Tampoco creo que sepan ni una cuarta parte de lo que hacen sus concejales o alcaldes en muchos pueblos. Como mucho les habrán dado un apretón de manos o una llamada de felicitación sin importarles que conviertan en territorios feudales muchos municipios de España. Quizá con esta reforma aflorarían personas honradas y capaces que les interesa la buena marcha de un pueblo. Es decir, buenos políticos. Quizá por eso no interese.