El Ayuntamiento de Barcelona pretende frenar la degradación en torno a Collserola

El Ayuntamiento de Barcelona se ha propuesto mejorar los accesos al parque de Collserola y poner freno a la degradación que sufren las zonas de contacto entre la sierra y el espacio urbano. En concreto, se acondicionarán cuatro de las puertas de entrada a este pulmón verde de la conurbación de Barcelona: Nou Barris, Horta, Sarrià y Pedralbes. También se restaurarán diversos circuitos para recorrer a pie en torno al pantano de Vallvidrera.

Con 8.500 hectáreas de superficie, la sierra de Collserola recibe cada año 2,5 millones de visitas. Un millón más que hace sólo cinco años, según explicó ayer el gerente del consorcio que gestiona el parque, Marià Martí. El Ayuntamiento de Barcelona pretende hacer compatible la afluencia de ciudadanos con la conservación del entorno natural. "Hay zonas en las que es preferible que no haya presencia humana", dijo el alcalde de Barcelona, Joan Clos, en una visita al parque a la que se presentó conduciendo una moto.

Los diversos proyectos que pondrá en marcha el consistorio, que cuentan con un presupuesto de 1,3 millones de euros, se centrarán en los límites entre la zona natural y la zona urbana, sometidos a una fuerte presión urbanística. El objetivo es crear espacios ajardinados de transición que faciliten la entrada a Collserola. Actualmente, la mayoría de los visitantes acceden al parque a través de Les Planes, según Martí.

El parque de Vallvidrera, y en concreto su pantano, se llevará buena parte de las reformas. Durante este año, aseguró Clos, se rehabilitará el edificio del vigilante del pantano -construido en 1864-, que se convertirá en un equipamiento para divulgar la reserva de anfibios. En el plazo de seis meses, las rutas alrededor del pantano también deberán estar rehabilitadas.

Entre las intervenciones previstas, destaca la construcción de un kilómetro de acera en la carretera alta de Roquetes, la instalación de un jardín encima de la cochera de autobuses de Horta y el acondicionamiento de la carretera de las Aigües.

El gerente del consorcio de Collserola destacó que las actuaciones permitirán un mayor disfrute de la sierra, pero alertó de que un uso excesivo puede resultar perjudicial. Martí aseguró, en este sentido, que uno de los principales problemas del parque es el elevado número de ciclistas que descienden con su bicicleta de montaña por cualquier rincón de la sierra, sobre todo los fines de semana.