Los sindicatos desconfían del cumplimiento de los acuerdos
Las principales quejas de los sindicatos con respecto a las prácticas universitarias son la falta de remuneración, la no adecuación del trabajo con los estudios realizados por los alumnos, el exceso de horas laborales y la escasa continuidad en las empresas.
"Creo que no están bien organizadas. Las empresas obtienen beneficios importantes porque tienen personal cualificado sin garantía de continuidad", afirma María Jesús Aldecoa, secretaria de Universidades de UGT. A su juicio, los alumnos trabajan más horas de las establecidas, razón por lo que debería haber más control por parte de los tutores universitarios. "Muchas veces, los alumnos no hacen las tareas propias de su preparación académica", se lamenta. Como ella, opina Francesco Soriques, del Sindicato de Estudiantes: "En las compañías donde hay comités de empresa hay quejas. Desde muchos de ellos se denuncia que los estudiantes son usados para tapar bajas y que hay poco seguimiento de las tareas que, normalmente, no son las que les corresponden".
En su opinión, esto sucede porque "las relaciones entre empresa y decanos son relaciones de intercambio, porque no hay ningún organismo que controle el buen funcionamiento de las prácticas y porque los alumnos agachan la cabeza con la esperanza de encontrar un puesto de trabajo", sentencia.
Según datos de este Sindicato, el 40% de los universitarios tardan, al menos, tres años en encontrar un puesto de trabajo que tenga que ver con su titulación. Soriques reivindica también que las prácticas sean retribuidas puesto que considera que sin sueldos las empresas generan "plusvalías a costa de los alumnos, que pagan para trabajar al tener gastos como los de desplazamiento o comidas".
