Los estudiantes cortan carreteras y vías de ferrocarril

Las órdenes del ministro de Educación, Gilles de Robien, a los directores de institutos de secundaria de intentar romper el bloqueo que sufren una buena parte de los centros derivaron ayer en incidentes -especialmente cortes de carreteras y paralización de estaciones-, para desesperación de automovilistas y viajeros. El movimiento estudiantil cifra en 1.400 los institutos bloqueados de los 4.330 que hay en Francia. Según el Ministerio, ayer había 176 institutos bloqueados, un 4% del total. Los intentos de algunos directores por reanudar las clases han fracasado.

En las universidades, la situación se mantiene desde hace semanas. Dos tercios de las facultades no imparten clases, según los estudiantes. El Gobierno precisa que 17 de las 84 existentes estaban cerradas y en otras 41 había dificultades. Se impone la evidencia de que los alumnos perderán el curso.

En París, más de un millar de estudiantes que rodeaban primero la sede del Consejo Constitucional a la espera de su decisión, y que luego se reagruparon en la céntrica plaza de Châtelet, lograron desbordar las barreras policiales que bloqueaban la entrada a la estación de Lyon. Una vez dentro invadieron las vías e interrumpieron el tráfico ferroviario. También en París, un centenar de jóvenes, entre los que se encontraba Karl Stoeckel, presidente de la Unión Nacional de Liceos (UNL) y uno de los líderes del movimiento anti- CPE, bloquearon el Periférico, la vía de circunvalación de París, generando grandes atascos. Varios estudiantes, entre ellos Stoeckel, fueron detenidos.

La UNL denunció el "uso de la fuerza contra los estudiantes movilizados por su futuro", "la huida hacia delante y la provocación del Gobierno" y pidió la libertad de los detenidos, lograda a media tarde.

La acción de la UNL formaba parte de lo que los estudiantes bautizaron como Operación Caracol, en una perfecta descripción del efecto que pretendían: bloquear el tráfico en las carreteras francesas.