Entre el deseo y la etnografía

Ópera prima de una cineasta, Claudia Llosa, que ha ido en busca de inspiración al Perú de su infancia, Madeinusa es un curioso artefacto que hace del discurso supuestamente etnográfico (mostrar las celebraciones de un pueblo perdido en la cordillera andina, de cultura cristiana pero con rituales del todo peculiares) su coartada para contar una historia plenamente metafórica.Contada como un cuento, una estructura narrativa centrada en la mirada excéntrica de un recién llegado a una aldea, que significativamente se llama Manayaycuna (pueblo al que no se puede entrar), el filme se centra en una extraña festividad religiosa en la que, entre el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, se abre un periodo de báquica libertad, porque Dios está con los ojos tapados y no ve los pecados del mundo.

La película tiene fuerza, está bien contada aunque por momentos se le note demasiado su voluntad de discurso; pero su estrategia narrativa es tan inteligente como, en el fondo, plenamente asumible, al tiempo que sirve para iluminar la presentación en sociedad de una cineasta a la que convendrá no perderle desde ahora la pista.