El centro europeo de biología desembarca en Barcelona
La mayor institución europea de biología formalizará el próximo 18 de abril su desembarco científico en Barcelona. Se trata del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL, en sus siglas inglesas), con sede en Heidelberg, Alemania. La institución de acogida es el Centro de Regulación Genómica (CRG) y el objetivo que se persigue es poner en marcha una unidad conjunta para la investigación en Biología de Sistemas, una de las áreas emergentes en biomedicina. El acuerdo alcanzado, el primero de este tipo que suscribe el EMBL desde su fundación, se ha logrado tras dos años de negociaciones.
La llegada del EMBL a Barcelona supone, en opinión de Miguel Beato, director del CRG, incorporar un "marchamo de calidad" al que pocos centros europeos tienen acceso en la actualidad. Más allá de la puesta en marcha de una unidad de investigación innovadora, el acuerdo tiene la virtualidad de "elevar el listón de calidad" del centro barcelonés, al tiempo que abre las puertas al desarrollo conjunto de experimentos, la colaboración con empresas dedicadas a la construcción de sistemas de óptica avanzada o a potenciar áreas como la bioinformática. Asimismo, señala Beato, el acuerdo da acceso a los estudiantes de doctorado en biología molecular del EMBL, uno de los de mayor prestigio en el mundo.
La nueva unidad va a estar coordinada conjuntamente desde Heidelberg y Barcelona. Por parte española el director va a ser Luis Serrano, cuyo acuerdo de incorporación se ha firmado recientemente. Por otra parte, la unidad estará integrada por cuatro grupos. El primero de ellos, dedicado al diseño de proteínas, va a empezar sus actividades el próximo mes de julio. Para los otros tres aún no hay fechas, pero sí orientación: diseño de modelos de redes génicas, biología del desarrollo y modelización de enfermedades y trastornos patológicos.
90 candidaturas
Para la puesta en marcha de los grupos de investigación el centro ha recibido 90 candidaturas, de las que un comité mixto CRG-EMBL ha resuelto sólo una y mantiene las otras tres en preselección. El proceso, asegura Beato, da idea del "nivel de exigencia" que se plantea. "El curso de doctorado en Heidelberg recibe cada año 500 solicitudes de las que sólo se escogen 40", dice a modo de ejemplo. Parte de estos estudiantes se redirigirán a Barcelona.
Para conseguir el acuerdo, el centro dirigido por Beato se ha visto obligado a elevar el nivel de equipamientos e infraestructuras científicas, así como equiparar el nivel de ambición en el diseño de investigaciones. Así mismo, se ha negociado la incorporación del Ministerio de Ecuación y Ciencia como ente financiador y evaluador. "Queremos ser EMBL", justifica Beato. "Eso sólo se podrá conseguir si se tiene calidad EMBL".
A cambio, el mayor laboratorio europeo en investigaciones biomédicas aporta "nombre, estilo y el listón de calidad", además de abrir las puertas del programa de biología computacional de Heidelberg, ayuda para montar una unidad de imagen avanzada en biología del desarrollo, o el acceso a las grandes empresas de desarrollo de instrumentos ópticos avanzados que podrán hacer parte de su trabajo en Barcelona.
El acuerdo alcanzado se prolongará nueve años, tiempo que coincide con la duración de los contratos previstos para los jefes de grupo. Durante este periodo, el acuerdo se revisará cada dos años y deberá superar una evaluación científica a los cuatro. El presupuesto inicial, aportado íntegramente por Educación y Ciencia, es de 12,7 millones de euros destinados mayoritariamente al funcionamiento de los grupos.
[Por otra parte, España no se incorporará al nuevo programa SDIG de la organización Europea de Biología Molecular (EMBO), de ayudas a científicos para que desarrollen sus propios grupos de investigación, según la Federación de Jóvenes Investigadores. A pesar de haber manifestado en un principio su interés por este programa, el ministerio de Educación y Ciencia ha decidido finalmente no adherirse al mismo].
