Cambio de rumbo
El entorno de tipos de interés bajo el que han estado actuando los distintos agentes entre sí ha cambiado en los últimos meses. El dinero ya no es tan barato y esto tiene implicaciones tanto por el lado de la demanda como por la oferta. Por un lado, el elevado grado de endeudamiento de las familias españolas evidencia que pocos son los que desconocen ya índices básicos como el euribor o el IRPH y cómo afectan sus variaciones a su solvencia financiera: a pocos se les escapa que por cada punto porcentual que suban los tipos van a tener que aportar a la amortización algo más de una mensualidad adicional.
Se estima que la media anual registrada en los últimos años suba en pocos meses en torno a un punto porcentual. A menos que se altere la distribución del consumo, la disponibilidad para el ahorro se va a ver aún más mermada y a muchos les va a costar cuadrar sus presupuestos. Por tanto, el principal factor que se constituyó en impulsor de la bajada de la morosidad pasa ahora a explicar su repunte.
El crecimiento sostenido del crédito frente a los recursos de clientes ha generado desequilibrios en la liquidez de las entidades
Pese a que la tasa de morosidad continúa siendo históricamente baja, a las entidades financieras no les pasa inadvertido que el número de impagados asciende mes a mes, lo que obligará a ejercer mayores dosis de rigor en la concesión de crédito unidas a mayores primas de riesgo.
Por otro lado, el mayor crecimiento sostenido del crédito frente a los recursos de clientes captados ha generado desequilibrios en la liquidez de las entidades financieras, que se han tratado de cubrir mediante emisiones de titulizaciones, deuda subordinada, participaciones preferentes, etcétera.
Sin embargo, la subida de tipos ha encarecido este tipo de financiación frente a la más tradicional en forma de depósitos. Ahora buscarán captar pasivo favoreciendo la vuelta de los clientes más conservadores hacia los instrumentos de ahorro clásicos, obligados a ofrecer rentabilidades atractivas en comparación con las de años anteriores e incluso con las de aquellos fondos de inversión más parecidos a dichos depósitos.
Sergio Esteban y Francisco J. Valero son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
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