Comienza el realojo de los 1.200 habitantes del mayor poblado chabolista de Europa
El desmantelamiento de El Salobral costará 60 millones al Ayuntamiento y a la Comunidad
Las 1.213 personas que subsisten en el poblado chabolista de El Salobral, el mayor de Europa, abandonarán en el plazo de dos años el paisaje de plásticos, barro, ratas y chatarra en el que viven. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, asistieron ayer a la demolición de las dos primeras chabolas del poblado situado en Villaverde. El Ayuntamiento se hará cargo del desmantelamiento y demolición de las infraviviendas, y la Comunidad pagará el realojo. En total, ambas administraciones invertirán 60 millones de euros.
"Nos ha tocado la lotería", exclamó Marchena, el patriarca gitano de El Salobral. Se refería al cambio que supondrá para las 350 familias, en su mayoría gitanas, que dejarán atrás unas viviendas rodeadas de "latas y papel y sin agua ni luz".
Aguirre, en medio de palmas, sones de rumbas y gritos de "guapa, guapa", pidió a los niños que el lunes vayan "todos al cole". "Deme un beso, señora presidenta", le pedía a gritos una de las vecinas. El patriarca Marchena, que vive en el poblado desde su creación en los años ochenta, consideró el realojo una "oportunidad" para que los 371 niños que viven en chabolas "tengan lo que no han tenido sus padres". Algunos de los chavales mostraban su preocupación por la posibilidad de que el traslado les hiciera separarse de sus amigos. Otros dudaban sobre su capacidad para adaptarse al funcionamiento habitual de un colegio.
Pedro Navarrete, coordinador del Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) en El Salobral, afirmó que, a pesar de que "la mayoría de chicos" está escolarizada, los niveles de absentismo son "muy elevados".
Las casuchas serán sustituidas por pisos de alquiler. Estas nuevas viviendas, según el alcalde, no estarán ni en Villaverde ni en Puente de Vallecas. "Los dos distritos ya han demostrado suficientemente su solidaridad", enfatizó Ruiz-Gallardón.
El Ayuntamiento y la Comunidad, a través del IRIS, pagarán a partes iguales los 60 millones de euros presupuestados. Con el objetivo de favorecer la integración en los nuevos pisos, el proyecto cuenta con programas de escolarización e inserción laboral. El Ayuntamiento ha firmado un convenio con la Fundación Secretariado Gitano para hacer un seguimiento personalizado de cada familia y "detectar sus necesidades para ofrecer las soluciones más adecuadas".
El poblado, que cuenta con unas 400 chabolas esparcidas en 22 hectáreas, irá siendo desmantelado de forma progresiva. El primer sector de los 14 que conforman El Salobral, un poblado delimitado por el enlace de la M-40 con la A-4 y el final de la avenida de Andalucía, será demolido en abril. Una treintena de familias vive en este sector.
Navarrete citó la falta de servicios que sufre El Salobral como el principal problema de sus habitantes: "No tienen ni luz, ni agua, ni alcantarillado". El primer problema lo solucionan muchos chabolistas mediante la conexión ilegal de tomas de electricidad, según Navarrete. Asegura que la precariedad de estos generadores hace que sean habituales cortes de "días o incluso semanas". Ninguna infravivienda tiene agua corriente, problema que se soluciona acarreando bidones. El coordinador asegura que la mayor parte de los vecinos se dedican a la chatarra y un sector minoritario trabaja como temporero, mientras que un "porcentaje no cuantificable" vive del tráfico de drogas.
Ruiz-Gallardón explicó que aunque el compromiso electoral del PP consistía en desmantelar siete poblados chabolistas, su gobierno ha sumado un octavo a la lista. Aguirre, por su parte, calificó el realojo de las familias como "el principio de la integración social" para las personas excluidas. La jefa del Ejecutivo regional explicó que el IRIS ha desmantelado 60 núcleos chabolistas desde su creación en 1998. Estos realojos han proporcionado "una vivienda digna" a 1.700 familias, que suman 5.000 personas, y los programas de reinserción laboral del IRIS han hecho que 2.000 personas encuentren un trabajo, según Aguirre.
En el acto de ayer, al que también asistieron el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Mariano Zabí, y los concejales de Urbanismo, Pilar Martínez, Seguridad, Pedro Calvo, y Villaverde, Carlos Izquierdo, la presidenta señaló que este poblado marginal producía una conmoción en los madrileños al comprobar que algunas personas carecen de viviendas dignas.
Por último, a petición de los presentes, Aguirre indicó que este año asistirá a Casa Patas, uno de los templos del flamenco en Madrid, para celebrar el día de la etnia gitana.
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