Los socios de Esquerra confían en que los republicanos acabarán apoyando la reforma

Las maniobras de Esquerra Republicana para abandonar su posición de rechazo al Estatuto y mantenerse en el Gobierno catalán son seguidas con suma atención por sus socios en el Ejecutivo de Pasqual Maragall, que confían que el no de ERC en el Congreso podrá llegar a ser un sí en el referéndum de junio. Y es que tanto el Partit dels Socialistes (PSC) como Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) están convencidos de que la dirección republicana se está escorando de forma más notoria cada día hacia posiciones favorables al Estatuto. Los socios de ERC, sin embargo, no se atreven a pronosticar cómo se las arreglará la dirección republicana para convencer a sus bases, hoy por hoy ancladas en el no estatutario.

Lo cierto es que tanto el PSC como los ecosocialistas están convencidos de que si Esquerra acaba apoyando el Estatuto no será tanto por las presiones que le llegan por tierra, mar y aire como por un cambio de estrategia global del partido de Josep Lluís Carod Rovira.

En el PSC, donde las repetidas advertencias y amenazas del PSOE hacia Esquerra Republicana ya comienzan a causar hartazgo, existe el convencimiento de que ERC puede votar sí por la simple razón de no verse alineada, aunque por motivos opuestos, en el mismo bando del Partido Popular en el referéndum.

Los socios de ERC han acogido con optimismo las reiteradas declaraciones de dirigentes republicanos asegurando que ven muy probable una abstención de su partido en el Senado, el paso previo a la convocatoria del referéndum.

Los socialistas no ven a los republicanos en la cámara alta rechazando un texto que el PP ya se ocupará de demonizar definiéndolo como poco menos que una sentencia de muerte para la unidad de España. "Más que lograr la gestión de un aeropuerto o mejorar determinada competencia, nuestro gran aliado para sumar Esquerra al consenso tiene nombre y apellidos, se llama Mariano Rajoy", aseguraba ayer uno de los negociadores del PSC.

Estas mismas fuentes recordaban que los cambios en la situación política española tras el alto el fuego permanente anunciado por ETA también son un factor a considerar

en tan trascendental decisión del partido republicano. En Iniciativa per Catalunya también se tiene la vista puesta en una hipotética reunión del presidente José Luis Rodríguez Zapatero con los partidos que hasta ahora han apoyado el texto, donde podrían detallarse las promesas del PSOE acerca de aprobar una ley que permita la entrada de la Generalitat en la gestión del aeropuerto del Prat. Un compromiso en este sentido bastaría a los republicanos para abandonar el no y abstenerse en la votación del Senado, aseguró Carod el pasado martes. Inmovilismo en el PSOE

Ayer, sin embargo, los negociadores de Esquerra admitían que por ahora no hay ningún movimiento en el PSOE que apunte hacia una rápida resolución del conflicto de la gestión del aeropuerto. El anuncio de alto el fuego de ETA ha congelado las negociaciones por unos días, pero estos negociadores recordaban que serían muy apreciados determinados gestos del PSOE, tanto para la dirección como para las bases de ERC, con mucho peso en un partido de fuerte tradición asamblearia.

De hecho, la dirección republicana mantiene su compromiso de que antes de adoptar una decisión final convocarán asambleas para que todas las agrupaciones locales puedan pronunciarse.

Quienes no pierden oportunidad para aprovecharse de los titubeos de Esquerra Republicana son los nacionalistas de CiU. Ayer, el secretario general de Unió Democràtica , Josep Maria Pelegrí, pronosticó que ERC acabará decantándose por el sí en el referéndum por una única razón: salvaguardar el tripartito.

En opinión de Pelegrí, la postura de ERC está siguiendo la "evolución normal de un partido que mira sólo por el tacticismo inmediato y por un puro interés electoral".

"Sabe que si vota algo que no sea sí en el referéndum tendrá problemas de estabilidad en el gobierno tripartito. Sabe que al final acabará diciendo que sí, porque su principal interés es mantenerse en el gobierno de la Generalitat", señaló.

Por otra parte, el líder de CiU, Artur Mas, volvió ayer a Madrid para defender el proceso estatutario en una conferencia en el Club Siglo XXI, donde no dudó en vincular el éxito de la reforma catalana con el proceso de pacificación de Euskadi.

Mas alegó que, si la reforma estatutaria hubiera fracasado, el proceso de paz vasco sería "más difícil" porque, en su opinión, "no sería creíble" iniciar una nueva "operación de Estado".

Para Mas, la contribución "positiva" del nacionalismo catalán al Estatuto servirá para "facilitar el camino" a Euskadi. El líder de CiU pidió al Estado una "aplicación leal" del Estatuto; del que, advirtió, "no puede frustrar las expectativas creadas".

Mas dijo que el Tribunal Constitucional no se verá obligado a rebajar el texto pero si lo hiciera, avisó, su formación pediría cambiar la Constitución.