Sarkozy se aleja de Villepin en el conflicto con los estudiantes
El pulso que mantiene el primer ministro francés, Dominique de Villepin, con los sindicatos y las asociaciones de estudiantes sobre el Contrato de Primer Empleo (CPE) está abriendo las primeras grietas en el seno de la mayoría gubernamental. Nicolas Sarkozy, ministro de Interior, presidente de la UMP y gran rival político de Villepin, se desmarcó ayer abiertamente de la postura de firmeza que mantiene el primer ministro al sugerir, en una entrevista con Paris-Match, reducir el periodo de prueba de 24 meses que fija el CPE a tan sólo seis, y obligar al empresario a justificar el despido, algo que el texto no contempla. Sarkozy expresa su temor, en dicha entrevista, a que la protesta estudiantil se enquiste y se extienda a las barriadas, reavivando el fuego de la rebelión del pasado otoño.
A la espera de la manifestación que hoy reunirá en París a universitarios y estudiantes de secundaria de toda Francia, y mientras los sindicatos siguen presentando preavisos de huelga para la jornada del martes, Sarkozy envió ayer a unos cuantos de sus colaboradores a los medios de comunicación para dejar claro que -pese a formar parte de su Gobierno- se desmarca de la acción política del primer ministro. El diputado Yves Jego, por ejemplo, reconoció en una entrevista radiofónica que hay "una diferencia de apreciación" entre Villepin y Sarkozy sobre "el método y la forma de iniciar el diálogo", se quejó amargamente de la falta de propuestas del Ejecutivo y lamentó que se dé "la impresión de que se quiere dejar que perdure la situación de enfrentamiento".
Consternación
Son varios los comentaristas políticos que aseguraban que, tras la reunión que Villepin mantuvo el lunes por la noche con los diputados y senadores de la UMP, en la que les comunicó su decisión de mantenerse firme al tiempo que excluía "retirar, suspender o desvirtuar" el CPE, las relaciones entre el primer ministro y el titular de Interior están muy cerca de romperse. Sarkozy, aseguran estas fuentes, salió "consternado" del hotel de Matignon, sede del jefe del Gobierno.
Ayer, de nuevo, en la Asamblea Nacional, el primer ministro tuvo que hacer frente a las duras críticas de la oposición de izquierdas que le pide que retire el CPE para no entrar en una dinámica de enfrentamiento social. El primer secretario del Partido Socialista (PS) francés, François Hollande, acusó a Villepin de "cerrar todas las puertas" y buscar la confrontación social.
La posibilidad de que las protestas callejeras degeneren y acaben provocando víctimas no es descartable. El sindicalista Cyril Ferez, arrollado por la policía el pasado sábado, durante los enfrentamientos que siguieron a la masiva manifestación de París, sigue en estado de coma, aunque se ha estabilizado. Ayer, sin embargo, un joven murió de un paro cardiaco mientras hacía una sentada en la Universidad de Estrasburgo. No hubo, sin embargo, ningún tipo de enfrentamientos ni de carga policial.
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