La familia Unamuno pide la suspensión de la subasta de los manuscritos y cartas
Los herederos de Miguel de Unamuno lamentan la subasta de manuscritos y cartas del intelectual salmantino que la sala Durán tiene previsto celebrar el próximo día 27. En una carta enviada por Miguel de Unamuno, en representación de todos los herederos, se expresa la esperanza de que se suspenda la subasta como primer paso para reconducir las gestiones y devolver los documentos a lo que consideran su legítima propietaria, la Universidad de Salamanca. Durán ha sacado a subasta, a partir de 132.000 euros, 130 cartas de Miguel de Unamuno, que comprende escritos dirigidos a la familia durante la etapa del exilio en Tenerife, París y Hendaya, pero también a amigos y otras personas. El rector de la Universidad de Salamanca, Enrique Battaner, ya expresó su deseo de parar la venta de estos documentos, que el Ministerio de Cultura ha declarado inexportables.
En la carta de los herederos se asegura que "todas esas cartas, junto a otros documentos y objetos, fueron vendidas por nuestra familia a un precio simbólico a la Universidad de Salamanca en el año 1967, y son, por lo tanto, propiedad de ésta, que posteriormente las cedió a la Casa-Museo Unamuno". La familia de Unamuno afirma que la salida de dichas cartas de la casa-museo fue totalmente "irregular" y se debió a "un préstamo, tanto personal como ingenuo, hecho por Felisa de Unamuno" [hija del pensador] a Manuel Villén, ligado a la editorial Escelicer, embarcada en la preparación del último tomo, Epistolario, para unas obras completas. Según los herederos, Villén nunca devolvió esas cartas, "a pesar de los requerimientos y advertencias", pretextando que "Felisa se las había regalado, falacia evidente porque, aun suponiendo algo absurdo como es que ella hubiera querido hacerlo, nadie puede regalar lo que no es suyo".
