Mauritania sólo acepta la devolución de 'sin papeles' originarios de Senegal y Malí

Mauritania sólo ha aceptado que España le devuelva inmigrantes de Senegal y de Malí, los dos países subsaharianos con los que tiene fronteras, según han revelado a este diario fuentes oficiales de Nuakchot. De ambos Estados procede el 90% de los sin papeles que han llegado en los últimos meses a Canarias. Para acogerlos, las autoridades de Nuadibú están habilitando una antigua escuela, en donde serán atendidos por la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Luego serán trasladados en autocares hasta sus respectivos países. El anuncio de que los inmigrantes que han alcanzado Canarias serán devueltos parece que ha ralentizado la salida de embarcaciones con subsaharianos.

De Senegal procede el 45% de los inmigrantes llegados en embarcaciones a Canarias durante las últimas semanas. Otro 45% es originario de Malí. El 10% restante son ciudadanos de otros 14 países subsaharianos con los que Mauritania tiene convenios de libre circulación. Esto quiere decir que, cuando embarcaron hacia España, se hallaban legalmente en el país magrebí, al que accedieron mostrando solamente sus documentos nacionales de identidad.

Conforme a los convenios firmados entre España y Mauritania en 2003, el Gobierno de este último país debería hacerse cargo también de ellos. Si no lo hace es porque carece de medios tanto para repatriarlos como para acogerlos indefinidamente. Tampoco le interesa a Mauritania forzar las relaciones diplomáticas con sus vecinos.

Fuentes españolas han explicado que las devoluciones de inmigrantes a Mauritania no podrán comenzar, previsiblemente, antes del próximo miércoles, por dos motivos. De una parte, las autoridades desean cumplir escrupulosamente todas las garantías legales que asisten a los extranjeros que se encuentran en esta situación; de otra, el proceso de identificación de éstos es muy complicado, debido a que la mayoría de ellos se deshicieron de sus documentos con la esperanza de imposibilitar su deportación en caso de ser interceptados en su intento de llegar a Canarias.

El reloj avanza, no obstante, en contra de los intereses españoles, pues cada día que pasa algunos de los inmigrantes cumplen el plazo legal máximo de retención, establecido en 40 días, por lo que deben ser puestos en libertad con una orden de expulsión que será muy difícil de cumplir si no pueden ser localizados.

Cuando lleguen a Mauritania, los senegaleses serán trasladados por carrera desde Nuadibú, de cuyo puerto zarparon, hasta Nuakchot, a 470 kilómetros de distancia en dirección hacia el sur. Allí harán una breve parada para descansar y luego seguirán 200 kilómetros más hasta Rosso, la ciudad fronteriza con Senegal. El viaje de los malienses hasta la frontera de su país durará dos días.

Hasta el momento, las autoridades mauritanas han devuelto a Senegal y a Malí a 800 personas que fueron sorprendidas cuando intentaban emigrar clandestinamente hacia Europa. Ayer permanecían detenidas en Nuadibú otras 140, repartidas entre la dirección Regional de Seguridad y dos comisarías.

Las detenciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad mauritanas y el anuncio de que los inmigrantes que han logrado llegar vivos a Canarias van a ser devueltos parecen haber abortado las salidas de lanchas desde Nuadibú. Ayer no fue avistada en la costa ninguna de las embarcaciones tradicionales que utilizan para el viaje.