L'Hospitalet y una multinacional, imputados por fumigar con productos tóxicos
Francisco Nache, un barcelonés de 36 años, ha declarado la guerra a una multinacional. En el verano de 2002 trabajaba fumigando las calles de L'Hospitalet como empleado de Rentokil Initial España, dedicada a la desinfección y desinsectización, para poner fin a una plaga de escarabajos. Debido a la manipulación de un producto indicado para el uso agrícola que utilizó en la vía pública y respiró en concentraciones muy elevadas, empezó a presentar disfunciones hormonales que le han comportado problemas de salud irreversibles y le han conducido a la incapacidad laboral permanente. Nache ha iniciado una lucha judicial para encontrar a los responsables que le llevaron a sufrir su incapacidad y para exigir una indemnización. La empresa y el Ayuntamiento de L'Hospitalet han sido imputados.
Hacía cinco años que Nache trabajaba para la división Pest Control de Rentokil, a la que el Ayuntamiento de L'Hospitalet adjudicó el servicio de desinfección y erradicación de insectos. "Cuando se acabó el producto que utilizábamos, la empresa me dijo que usara otro plaguicida, que es mucho más barato", asegura. Siguiendo las indicaciones, cargó en su furgoneta unas botellas de Malafin emulsionable. Su principio activo es el malation, cuya utilización está indicada sólo para el campo y bajo estrictas medidas de seguridad. Un informe de la Dirección General de Relaciones Laborales subraya la prohibición de entrar en contacto con la zona desinfectada durante los siete días posteriores a la fumigación.
Cucarachas fulminadas
Nache realizó diluciones con agua al 4% y fumigó el alcantarillado y las calles de la ciudad. "Las cucarachas caían fulminadas", asevera. El trabajador tuvo la mala suerte de que se le vertiera el líquido en el vehículo. Su supervisor le ordenó que lo limpiara él mismo. El olor persistió, por lo que el trabajador continuó en contacto con el producto durante algunos días. Poco después empezó a sentir malestar general y cogió la baja laboral.
La Inspección de Trabajo sancionó a Rentokil Initial con multas de 5.000 y 6.000 euros por incumplir la ley de riesgos laborales. La empresa y el Ayuntamiento de L'Hospitalet declararán en el juicio que se celebrará en mayo como imputados, tal como ha aceptado el titular del Juzgado de lo Social número 4 de Barcelona. "El responsable de echar un líquido tóxico en el alcantarillado es la empresa, pero el Ayuntamiento debería haber llevado un control del uso de los productos y no actuó con la diligencia oportuna", señala el abogado del trabajador, Jordi Ninyerola. El Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat ha abierto un expediente por el uso de un producto agrícola en la calle.
Fuentes del consistorio han declarado que aportará la documentación necesaria para esclarecer el caso. Rentokil aún no ha respondido a este diario.
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