Cinco artistas convierten sus creaciones en diseños de alfombras

José Luis Zumeta, Koldobika Jauregi, Marta Cárdenas, José Ramón Anda y Juan Luis Goenaga llevan años en el mundo del arte. Todos gozan de reconocimiento y han explorado distintas disciplinas artísticas, pero ninguno se había atrevido con el diseño de alfombras hasta hace un año, cuando los responsables de la tienda donostiarra Nómada se lo propusieron. El resultado puede verse desde hoy en la exposición Artfombra.

Nerea Aguirre y Allistair Baird abrieron Nómada en 2001. Al principio se limitaban a importar alfombras de países asiáticos, pero con el tiempo comenzaron a realizar sus propios diseños. Conocían a Cárdenas -habían realizado con ella una exposición de cuadros y textiles- y Jauregi era uno de sus clientes. "Un día pensamos que sería interesante que ellos y otros artistas de aquí diseñaran alfombras", explica Aguirre. Se lo propusieron hace alrededor de un año -también a Zumeta, Goenaga y Anda- con una única condición: que los diseños, manteniendo su sello, "fueran alfombrables".

Los artistas fueron entregando sus propuestas en dibujo -dos cada uno, salvo Goenaga que presentó una-. Zumeta planeó trasladar toda la fuerza expresiva de sus cuadros; Jauregi, la temática oriental y de meditación de sus últimos trabajos; Cárdenas, el colorido que envuelve su trayectoria desde que viajó por primera vez a la India; Goenaga, su arte de reminiscencias prehistóricas y Anda, su particular tratamiento de la geometría.

Los responsables de Nómada realizaron entonces un escáner de los diseños, marcaron en la carta de colores los tonos más aproximados a los originales de los artistas y enviaron los trabajos a Nepal. "Allí tenemos una persona de confianza que supervisó la traducción de los dibujos a puntos", explica. Después, refugiados tibetanos tejieron a mano las alfombras. Hacer una lleva tres meses.

Para dos ONG

Jauregi, como algunos de sus colegas, ha vivido el proceso de creación de las alfombras con una mezcla de curiosidad, inquietud, emoción e incertidumbre. "Los artistas no estamos acostumbrados a esto, aunque hagamos cosas cada vez más raras", confiesa. "Es un material con el que cabe la interpretación. Además no conoces la técnica, que tiene sus limitaciones ni las exigencias del público". Pero el proceso le ha gustado. Tras décadas de trayectoria siente que se le abre un nuevo camino artístico. "Me gustaría seguir trabajando en textiles. Lo que tengo que hacer es cambiar un poco el concepto de lo que hago y respetar más el soporte y al artesano. Esas manos aquí no las hay y si las hubiera no las podrías pagar", afirma.

Anda coincide con él: "Ves que en esos lugares el tiempo cuenta de otra manera. El resultado me ha parecido sorprendente y el proceso, muy agradable. El trabajo escultórico resulta farragoso y esto ha sido dar un dibujo y encontrarte con una alfombra preciosa".

Nómada, que prepara un nuevo proyecto con artistas del grupo Gaur, venderá estas piezas en unos precios que oscilan aproximadamente entre los 900 y 3.000 euros, según los tamaños. El 5% de las ventas se destinarán a dos ONG que trabajan en el Tibet.

Artfombra. Nómada; 31 de agosto, 24; San Sebastián. Hasta el 17 de abril. De martes a sábado de 10.30 a 14.00 y de 16.30 a 20.00.