Spike Lee: "Los negros siguen en el gueto del cine de Hollywood"

Hay crítica a la discriminación que sufren las minorías en Estados Unidos, hay un robo a un banco y, sobre todo, una historia que quería contar el realizador estadounidense Spike Lee (Atlanta, 1957) en Plan oculto, un filme en el que denuncia la violencia que se vive en su país. "Mi trayectoria cinematográfica demuestra mi manera de pensar y de ver la sociedad en la que vivo, y por eso, en ocasiones, he utilizado el cine como una forma de lucha política".

Spike Lee, autor de películas como Bamboozled o The 25th hour, no se muestra como una persona de verbo fácil, más bien resulta complicado lograr de él frases largas al contestar una pregunta, o al menos así se mostró ayer ante un grupo de periodistas durante la presentación en Madrid de su último trabajo cinematográfico, Plan oculto, que se estrenará en Estados Unidos el próximo día 24 y en España el 12 de abril.

"Irak va a ser peor, mucho peor que Vietnam, y no se puede ver el final"

"Me parecía interesante denunciar la violencia de algunos videojuegos"

La película, protagonizada por Denzel Washington, Clive Owen y Jodie Foster, no es un thriller convencional. El filme muestra el robo de un banco con 50 rehenes, las labores de mediación que tiene que realizar un policía, y el especial papel que desempeña una mujer capaz de conseguir cualquier cosa para sus clientes mientras haya dinero por medio. Los rehenes son un perfecto abanico de etnias que habitan en un país como Estados Unidos. El robo del banco oculta un plan que no se descubrirá hasta las últimas imágenes y que mantienen al espectador intrigado sobre los papeles que tienen en la trama los protagonistas. El ladrón (Clive Owen) se muestra como un ser brillante, inteligente, frío y calculador, un maestro de marionetas con un plan cuidadosamente diseñado para desorientar a los rehenes y a las autoridades.

El director estadounidense, que hasta ahora había escrito todos los guiones para sus películas, le ha dado su estilo personal al guión de Russell Gewirtz en todas aquellas alusiones a las razas que pueblan una ciudad como Nueva York. "Me parecía interesante incluir una denuncia a la violencia de los videojuegos, donde ganas puntos por matar a gente, o comentarios racistas de un policía contra algunas minorías que habitan Nueva York. La mayoría de los comentarios sociales son míos y los he ido poniendo con un tono irónico", indicó.

Lee, que lleva 20 años dirigiendo películas teñidas de denuncia al racismo, dice que no le "gusta mirar hacia atrás". "Lo que me interesa es lo que haré en los próximos 20 años. Todos los días doy gracias a Dios por hacer algo que me gusta y me divierte".

El próximo proyecto cinematográfico de Spike Lee es un documental sobre el devastador ciclón Katrina. El filme When the levee broke (Cuando el dique cedió) se centrará en Nueva Orleans, donde dos tercios de la población son de raza negra. La ciudad quedó inundada en un 80% y sumergida en un caos del que todavía no se ha repuesto. "Hablo de Nueva Orleans, una ciudad única por su crisol de culturas, por haber sido un puerto esencial en el comercio de esclavos, por su música... Además de contar los efectos del huracán, cuento cómo está siendo la reconstrucción de la ciudad y de lo que fue la lentísima respuesta de nuestro Gobierno".

Habla de las dificultades que todavía hoy tienen los actores de raza negra en Estados Unidos para lograr papeles interesantes, a pesar de los oscars logrados por Denzel Washington, Halle Berry o Morgan Freeman. Para el realizador estadounidense, el que "ellos ganen mucho dinero es algo que todavía hoy resulta excepcional. Todavía la mayoría de los papeles que ofrecen a los negros tienen que ver, por ejemplo, con el tráfico de drogas o el hip hop. Nada ha cambiado: los actores negros todavía siguen en el gueto de Hollywood". Tampoco observa demasiado compromiso social en las grandes producciones cinematográficas. "Crash fue premiada como mejor película en los Oscar porque no querían dársela a Brokeback Mountain, aunque hay gente que cree que fue por su mensaje. Están equivocados. No veo a los altos ejecutivos de las grandes compañías planteándoselo. De hecho, el año que viene se verá que todo sigue igual que siempre".

El director afroamericano Spike Lee piensa que desde los atentados del 11-S su país vive una penosa situación de recorte de libertades porque "se está gobernando desde el miedo. En estos momentos todo va de mal en peor, como en Irak, que va a ser peor, mucho peor, que Vietnam y donde no se puede ver el final", apunta.

El cineasta recordó que han pasado tres años desde que se produjo la invasión de las tropas americanas en Irak y que "todavía no se han encontrado armas de destrucción masiva en Irak, ni se ve un futuro muy esperanzador".