"Los alumnos no pagarán cuotas por la educación obligatoria"

Los últimos estudios de la consejera de Educación han consistido en sacarse este verano el título de patrona de barco de recreo. Sigue viviendo en Amposta (Montsià), su ciudad natal, donde ha ejercido de psicóloga y logopeda en una escuela especial. Le gusta montar en moto en su tiempo de ocio y leer novelas. El lunes logró cerrar un pacto educativo con sindicatos padres y escuelas concertadas, que supondrá un gasto de 1.197 millones en cuatro años.

Pregunta. Ya hay pacto educativo, pero ahora viene quizá lo más difícil: aplicarlo. ¿De dónde saldrán los 4.600 nuevos maestros previstos en dos años?

Respuesta. Tenemos personas en lista de espera y las promociones que salen cada año de la universidad. Está calculado.

P. En septiembre la escuela pública dará las seis horas de clase como la concertada. ¿Servirá para reducir el fracaso escolar?

R. Sí. Es una medida de calidad. Nos parece lógico ir a la equiparacion del horario de la escuela pública. Pero, además, los centros también podrán decidir a qué dedican esta hora para reforzar los contenidos que necesiten sus alumnos.

P. Pero hay datos que indican que no por hacer más horas se logran mejores notas. Bélgica, Francia, Irlanda hacen las mismas horas que Cataluña y tienen mejor resultado en matemáticas.

R. La cantidad no mejora por sí sola la calidad. El dinero es necesario, pero no lo es todo. Hay que hacer una buena gestión de esta hora. Los centros podrán decidir qué quieren reforzar: lectura, matemáticas u otras materias transversales. La escuela pública es la que tiene alumnos más diversos y por eso requiere una equiparación horaria.

P. Usted ha prometido que el gasto en educación llegará al 6% del PIB en 2010.

R. No he prometido el 6% porque esa cifra incluye también la educación universitaria.

P. ¿El 4% del PIB, entonces, de la no universitaria desde el actual 2,7%?

R. Sí, alrededor de esta cifra. Si mantenemos el crecimiento de recursos en un promedio del 15% habremos llegado al objetivo en el año 2010.

P. Ese punto largo de PIB en gasto educativo supone alrededor de 2.400 millones de euros. ¿De dónde saldrá el dinero?

R. De la gestión económica del Gobierno y de la aportación que nos proporcione el nuevo sistema de financiación, aunque el pacto está calculado sin contar con el nuevo sistema.

P. Pero ERC rechaza hoy la nueva financiación prevista.

R. Yo, en este sentido, no opino en tanto que ERC: formo parte del Gobierno de Cataluña.

P. ¿Los centros que firmen un contrato con la Generalitat no podrán cobrar ningún tipo de cuota a las familias?

R. Lo que decimos es que se garantizará al alumno la gratuidad de la enseñanza de estos centros. La cuota por la sexta hora, que ahora está dentro de la legalidad, es la que nosotros reconocemos y, por tanto, la que desaparece. Por tanto, la familia no deberá hacer ninguna aportación para recibir la educación obligatoria. Otra cosa es que el centro haga salidas u otras actividades, como también hacen los públicos. Pero lo que no se podrá pedir son aportaciones obligatorias.

P. ¿Servirá el pacto para que los más desfavorecidos vayan a la concertada, por ejemplo, los inmigrantes?

R. Pretendemos que cualquier alumno pueda acceder a una escuela sustentada con fondos públicos, aunque sea de titularidad privada.

P. Las evaluaciones indican que los alumnos logran competencias similares en catalán y castellano. Pero ¿no cree que los idiomas extranjeros son asignaturas pendientes? ¿No falta ambición?

R. No, tenemos un programa de innovación de lengua mayoritariamente inglesa en 100 centros y el año que viene lo aumentaremos. Queremos que los alumnos acaben la escolarización obligatoria siendo competentes en inglés o francés, mayoritariamente.

P. UGT y CC OO dicen que falta un plan para la formación profesional. ¿Lo harán?

R. Está dentro del pacto de la competitividad y estamos tomando iniciativas, por ejemplo, el decreto de flexibilización que permite acceder a alumnos que antes no podían. Nos queda mucho camino por recorrer y lo haremos con los sindicatos, las patronales y todo el tejido productivo.