El Parlamento Europeo exige medidas drásticas contra el racismo
El Parlamento Europeo va a reclamar hoy a las instancias deportivas nacionales, europeas y mundiales absoluta intransigencia contra el azote del racismo, un fenómeno crecientemente instalado en los estadios. "Ya hay algunas directrices, pero no se hace nada", se lamenta la eurodiputada holandesa Emine Bozkurt. La propuesta que ella ha promovido junto a otros cuatro eurodiputados -populares, socialistas, liberales y verdes- exige normas claras para que los árbitros puedan suspender partidos en casos de agresiones racistas y sanciones que lleguen hasta la expulsión de la competición de los clubes con aficionados recalcitrantes.
Bozkurt resalta el carácter histórico del masivo apoyo a la declaración, sostenida por 423 de los 732 eurodiputados movilizados contra una aberración reciente pero de vigoroso desarrollo. "El racismo está creciendo en la sociedad y el fútbol es un reflejo de ello", advierte la parlamentaria socialista, que alude a los casos del Lazio en Italia, de Eto'o en Zaragoza o a lo que ocurre en Holanda, donde el Ajax pasa por ser el equipo de los judíos, como ejemplos de lo intolerable. "Hay directrices, pero no se hace nada. Sería bueno que existiesen las mismas en todos los países y que los árbitros puedan suspender los partidos", indica Bozkurt, quien hace notar que en Holanda ningún club sería sancionado sólo con 600 euros por sucesos como los ocurridos en La Romareda.
"Es una clara declaración del Parlamento Europeo y un aviso ante el Mundial de Alemania. La FIFA y la UEFA tienen que hacer algo", dice la diputada. En la declaración "se condena toda forma de racismo en los partidos de fútbol, dentro y fuera del campo", y se pide a la UEFA que dé claras instrucciones a los árbitros "para suspender partidos en casos de insultos racistas graves". Los eurodiputados piden al organismo europeo y a los responsables nacionales "que consideren la posibilidad de imponer sanciones deportivas a las Ligas nacionales y los clubes cuyos seguidores o jugadores incurran en insultos racistas graves, incluida la posibilidad de expulsar de sus competiciones a los reincidentes".
