'Hamelin' y 'Mar i cel' triunfan en los Max con cuatro premios cada una

El espectáculo Hamelin, una obra sobre la pederastia escrita por Juan Mayorga e interpretada por Animalario, y Mar i cel, la reposición del mítico musical de corsarios berberiscos de Dagoll Dagom con el que la compañía catalana celebra sus tres décadas de trayectoria, fueron los dos grandes triunfadores anoche de los IX Premios Max de las Artes Escénicas. Ambos montajes se llevaron cuatro de los galardones en liza, entregados en una ceremonia vistosa y ágil celebrada anoche en el Barcelona Teatro Musical (BTM) bajo la dirección escénica de Calixto Bieito.

Los premios están promovidos por la Sociedad General de Autores y Editores y la Fundación Autor, y se conceden por votación de los profesionales de la escena.

Hamelin resultó ganadora en las categorías de mejor espectáculo de teatro, mejor director de escena (Andrés Lima), mejor autor teatral en castellano (Juan Mayorga) y mejor empresario o productor privado de artes escénicas (Animalario). Por su parte, Mar i cel venció en los apartados de mejor espectáculo de teatro musical, mejor composición musical para espectáculo escénico (Albert Guinovart), mejor director musical (Joan Vives) y mejor escenografía (Isidre Prunés y Montse Amenós).

La bailarina y coreógrafa Marta Carrasco se fue a casa con dos estatuillas (manzanas con antifaz diseñadas por Joan Brossa y hechas en bronce) gracias a su espectáculo Ga-gá, ganador en los apartados de mejor coreografía y mejor espectáculo de danza. Idéntico número de premios recabó El señor Ibrahim y las flores del Corán, en las categorías de mejor actor protagonista (Juan Margallo) y mejor adaptación de obra teatral (Ernesto Caballero).

El apartado a la mejor actriz deparó uno de los momentos más entrañables de la noche. Fue a parar a manos de Lola Herrera, quien lo disputaba con su hija Natalia Dicenta por Solas y con Núria Espert por La Celestina. Herrera agradeció el premio a Benito Zambrano por haber escrito el texto y lo quiso compartir con su hija, "porque si no hubiera hecho Solas con ella al lado, con la interpretación que hace, no me habríais dado el premio", aseguró.

Actores de reparto

La Celestina, que con seis candidaturas partía como favorita, tuvo que conformarse con un galardón, el de Carmen del Valle como mejor actriz de reparto. Emilio Gutiérrez Caba se alzó con el premio al mejor actor de reparto por A Electra le sienta bien el luto, que recogió en su nombre el director del espectáculo, Mario Gas, que destacó especialmente la "categoría humana" del intérprete.

La ceremonia de entrega estuvo conducida por uno de los actores habituales de Bieito, Boris Ruiz. Metido en el papel de barman, el actor ejerció con gran soltura como maestro de ceremonias, arropado por una escenografía diseñada por Alfons Flores. Ésta recreaba una barra circular, flanqueada por un muro de botellas que, a su vez, albergaba a los músicos, que actuaron en directo a lo largo de toda la ceremonia. La Orquesta de la Academia del Gran Teatro del Liceo ofreció al público un repertorio en el que la zarzuela tuvo un protagonismo especial. Salvo por alguna muy tenue pincelada gamberra y leves citas a algunos de los espectáculos del director (Ruiz despidió la ceremonia con una oportuna cantinela repetida en La ópera de cuatro cuartos: "Siempre toca, siempre toca. Si no un pito, una pelota"), la gala se desarrolló en un tono general muy comedido.

Junto al teatro musical, otro de los hilos conductores de la noche fue el mundo del circo. También hubo plumas y marabú aportado por un generoso grupo de chicas de revista, capitaneadas por La Maña. En la gala, Bieito rindió un pequeño homenaje a su padre, ferroviario, al hacer circular por el escenario un tren eléctrico. Durante la gala se optó por agrupar algunas categorías de premiados, en busca de agilidad. El ambiente festivo y el ritmo dinámico (se cumplió rigurosamente con el horario previsto) fueron la tónica de la noche, en la que hubo espacio también para el laudo a los hombres y mujeres de teatro recientemente desaparecidos.

En la categoría al mejor intérprete masculino de danza, el premio recayó también en el bailarín y coreógrafo Cesc Gelabert, por Psitt!! Psitt!! En la categoría de mejor intérprete femenina de danza se lo llevó Eva la Yerbabuena. Yolanda Arrieta ganó el premio al mejor autor teatral en euskera por Goau, y el del mejor autor teatral en gallego fue para Gustavo Pernas Cora por Paso de cebra. En cuanto al mejor autor en catalán, se lo llevó el valenciano Rodolf Sirera por la obra Raccord. El Premio al espectáculo revelación fue para ¡Nasdrovia Chéjov!, de la compañía vasca Vaivén Producciones. En la categoría de mejor espectáculo infantil venció Animalico, de P.T.V. Clowns y Tama.

En las categorías técnicas, Miguel Ángel Camacho venció en la de diseño de iluminación por Viaje del Parnaso, y Joan Miquel Reig, en la de figurinista, por La vuelta al mundo en 80 días.

El premio de honor recayó este año en la bailarina, pedagoga y coreógrafa Pilar López (San Sebastián, 1912) por su "vasta aportación al mundo de la danza". El Max de nuevas tendencias se ha concedido al teatro Pradillo por la programación permanente de propuestas de calidad y de vanguardia. Este año, por primera vez, se concedió el Max de la crítica, que ha recaído en la Red de Teatros Alternativos.

Los encargados de entregar los premios fueron personalidades del espectáculo como Boris Izaguirre, Clara Segura, Pablo Carbonell, Ana Diosdado, Sergi Belbel, Carles Canut, Rosa Novell o Josep Maria Pou.