Vizcaya y Álava son las provincias con las bajas laborales más caras de España

Vizcaya y Álava son las dos provincias españolas donde el coste por afiliado de las bajas laborales es más elevado, con una notable diferencia sobre el resto. El gasto medio que soportan estos territorios por cotizante a la Seguridad Social es un 80% superior al de Madrid y un 45% por encima del de Barcelona. Esta desproporción se explica por que las bases de cotización son más elevadas y por la mayor duración de los procesos de incapacidad temporal. Guipúzcoa rompe esta tendencia y se sitúa dentro de la media nacional.

En la delegación del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en el País Vasco están preocupados con este desfase económico tan acusado. "La Administración está estudiando esta situación para tratar de corregir en lo posible el desequilibrio existente respecto a otras provincias", asegura Jesús María Martínez, director provincial del INSS en Vizcaya. La prestación económica por incapacidad temporal es la renta sustitutoria del salario que el trabajador deja de percibir por encontrarse enfermo e impedido para el trabajo.

La Seguridad Social abona el 75% de la base de cotización del mes anterior, que este año oscila entre los 631,20 euros y los 2.897,70 euros, en función de su nómina. Algunas empresas, según tienen establecido en sus convenios, abonan la cantidad restante hasta completar el 100% del salario.

El coste medio de la incapacidad temporal resulta de descontar la cantidad que se destina a pagar las bajas laborales de la cifra total que los cotizantes aportan a la Seguridad Social. En Vizcaya y Álava, del bolsillo de cada afiliado se destinan 52,16 euros y 51,17 euros, respectivamente, mientras que en Guipúzcoa el gasto es muy inferior, 35,79 euros.

Diferentes estructuras

Este salto tan considerable responde, según Martínez, a la diferente estructura empresarial de cada provincia, aunque también apunta a una "mejor gestión" en Guipúzcoa, gracias al "mejor comportamiento de los trabajadores ante un proceso de baja laboral". Los trabajadores guipuzcoanos, en otras palabras, cogen menos bajas y de duración más reducida que los vizcaínos y alaveses.

El coste de las bajas laborales se encarece en función de las bases de cotización de los empleados y de la duración de los procesos de incapacidad. En general, el País Vasco soporta un gasto algo más elevado que otras comunidades, debido principalmente a que los sueldos y, consiguientemente, las cotizaciones a la Seguridad Social, son también más altos. El responsable del InstitutoNacional de la Seguridad Social de Vizcaya añade que también influye la duración de las bajas, que en España se prolongan una media de 16 días, frente a 12 en Alemania.

El INSS, admite Martínez, está tratando de reducir el coste de las bajas, pese a que la solución es "compleja y difícil". El hecho de que sea la autoridad sanitaria (Osakidetza en Euskadi) la encargada de extender los partes de baja médica y otro organismo diferente, el INSS o las mutuas, el que abona las prestaciones dificulta el control del gasto. En todo caso, las reformas introducidas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado de este año pretenden mejorar la gestión económica de la incapacidad temporal.

"A partir del duodécimo mes de inicio de la baja médica", explica Martínez, el control de la misma pasa de los servicios de salud al INSS, que puede decidir si se continúa como máximo otros seis meses, siempre y cuando existan posibilidades de curación". Al año de estar de baja, el INSS abre un expediente que puede concluir declarando al trabajador apto para regresar al trabajo, con independencia del criterio que mantenga Osakidetza.

Una vez instruido el expediente, "si se observa que las lesiones no son permanentes y necesita continuar con el tratamiento médico, se le reconocerá una pensión por un periodo de seis meses".