El ADN del peor atentado
La investigación ha señalado con pruebas contundentes a quienes perpetraron el 11-M
La investigación de los atentados ha permitido dejar varias cosas claras, sin posibilidad de contradicción. La principal es que hay 25 perfiles genéticos y 22 huellas dactilares de los islamistas autores de la matanza en los escenarios del crimen. La segunda es que lo único probado con sentencia firme sobre el 11-M es que José Emilio Suárez Trashorras facilitó los explosivos a los islamistas. La tercera es que ese explosivo y no otro estaba en la furgoneta usada por los terroristas para su traslado, la casucha de Chinchón donde se montaron las bombas, la única mochila desactivada, la bomba que fue colocada en las vías del AVE cuando el PSOE ya había ganado las elecciones y el piso de Leganés en el que se suicidaron siete islamistas. Con esos mimbres, y muchos otros obtenidos en las pesquisas y aún secretos, los principales encartados en el caso por el momento son.
Hassan el Haski. En prisión por los atentados del 11-M. Fue detenido en Lanzarote en diciembre de 2004. Nacido en Marruecos en 1963. Estuvo en Afganistán, vivió en Siria y residió en Madrid hasta 10 días antes del atentado. Luego huyó a Francia, donde contactó con compañeros islamistas para que le buscaran un apartamento para refugiarse. Pertenece al Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Desempeñaba un papel importante en la organización terrorista, hasta el punto de que algunos de sus compañeros sostienen que se disputaba con Said Hakimi la jefatura del grupo criminal. Declaró a sus compañeros que el atentado de España había sido cometido por su "grupo de marroquíes". Del Olmo le procesó por "idear, preparar y contribuir de manera efectiva" el 11-M.
Serhane Ben Abdelmajid Farkhet, El Tunecino. Residía en España desde 1996. Se suicidó en el piso de Leganés en abril de 2004. Trabajaba en una inmobiliaria próxima a la mezquita del barrio madrileño de Tetuán. Cuando preparó y cometió el atentado, tenía 35 años. Desde mediados de 2003, según algunos amigos suyos que declararon ante la policía, El Tunecino hacía "expresas manifestaciones" sobre la preparación de una actuación violenta en España, y en concreto en la zona de Madrid. Su ADN está en la casucha de Chinchón y su cuerpo reventó en Leganés
Allekema Lamari. Este terrorista argelino se suicidó en el piso de Leganés. Lo que sigue es el retrato que elaboró el Centro Nacional de Inteligencia sólo unos días después del 11-M: "Fue condenado en 2001 en España por terrorismo a 14 años de prisión, pero tras haber cumplido 6 años y pendiente de la resolución de un recurso, salió de prisión de Lama (Pontevedra) en junio de 2002. Tras su salida de la cárcel, Allekema Lamari, ya de por sí frío y muy religioso, presentaba un perfil más fanático. Se mostraba solitario, cauteloso, descontrolado ideológicamente y peligroso (...) Esta radicalización y resentimiento hacia España han hecho que desde su salida de la cárcel su único objetivo sea, según manifestó en sus círculos más cercanos, llevar a cabo en territorio nacional atentados terroristas de enormes dimensiones, con el propósito de causar el mayor número de víctimas posibles. También comentó la posibilidad de materializar la amenaza llevando a cabo descarrilamiento de trenes". Su ADN está en los dos coches de Alcalá y en el piso de Leganés.
Jamal Ahmidan El Chino. Se suicidó en Leganés 23 días después de cometer el atentado. Acudía a rezar a la Mezquita, donde era conocido por "casi todos" como un traficante de drogas. En 1999, cuando tenía 28 años, intentó fugarse del Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid, donde esperaba su expulsión a Marruecos. El Chino provocó un pequeño incendio en el centro y roció con aerosol a varios agentes. Ahmidan fue condenado a tres años por este hecho, pero antes de ingresar en prisión regresó a su ciudad natal, Tánger, donde supuestamente fue condenado a prisión tras apuñalar a un conocido. Los investigadores aseguran que fue en una cárcel de Marruecos donde comenzó a radicalizarse. Su perfil genético está en la casucha de Chinchón y en Leganés.
Abdennabi Kounjaa. Nacido en 1975 en Taourit (Marruecos). Es el único de los terroristas que dejó un testamento escrito. Fue uno de los miembros del comando más activo, ya que su perfil genético está en todos los escenarios de la matanza, lo mismo que el de Asrih Rifaat Anouar. Estos dos, además de colocar mochilas el 11-M y participar en los dos intentos fallidos de atentado contara sendos trenes AVE, se suicidaron en Leganés.
Youssef Belhadj. Marroquí de Touzine, nacido el 27 de mayo de 1976. Fue detenido en Bélgica. Supuestamente es el eje de un entramado internacional destinado a ayudar a volver a Europa a combatientes entrenados en Afganistán. Está considerado el presunto autor de la reivindicación del 11-M grabada en vídeo el 13 de marzo. Belhadj se identificaba entre los suyos como Abu Dojanah. El lector del texto de reivindicación se autodenomina Abu Dojanah al Afgani (el de Afganistán), portavoz de Al Qaeda.
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