El PSOE y el Gobierno aceptan el diálogo con Rajoy, pero rechazan sus condiciones
El PP afirma que, si se rehúsa su oferta, "los ciudadanos verán quién busca el enfrentamiento"
El PSOE y el Gobierno aceptaron ayer la oferta de diálogo del presidente del PP, Mariano Rajoy, para pactar la política territorial y la antiterrorista, pero le respondieron que no ponga condiciones. El PSOE, a través del secretario de Organización, José Blanco, pidió ayer al PP, para comprobar el "grado de sinceridad" de su líder, que respete el punto primero del Pacto Antiterrorista, según el cual la lucha contra el terrorismo la dirige el Gobierno. El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, advirtió a Rajoy de que "no se puede ser bombero y pirómano a la vez".
La propuesta de Rajoy, tal como la planteó en la clausura de la convención del PP, ya incluye la aceptación de ese punto primero que pide el Gobierno, informa Pilar Marcos. La primera condición que puso Rajoy es que el Gobierno cumpla el Pacto Antiterrorista, pero recordó que en ese acuerdo "se señala, como no podía ser de otra forma, que corresponde al Gobierno de la nación el desarrollo y ejecución de la política antiterrorista". Sólo pidió que se comprometa a "no negociar nunca cuestiones políticas con los terroristas" y a "cumplir la Ley de Partidos". Es decir, "que quien defienda, ampare o no condene las prácticas del terror estará excluido de la legalidad y no podrá concurrir a proceso electoral alguno", en referencia no sólo a Batasuna sino también al Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK).
Ángel Acebes añadió ayer que si el Gobierno rechaza esta oferta de Rajoy, "los ciudadanos verán qué partido busca el enfrentamiento, la confrontación y la exclusión de quienes representan a diez millones de españoles". Según Acebes, la oferta de Rajoy sólo implica volver a un consenso básico entre los dos grandes partidos en las dos cuestiones fundamentales: la lucha contra el terrorismo y el modelo de Estado, "tal como se ha hecho desde la transición".
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, respondieron favorablemente al diálogo, pero con escepticismo por la imposición de condiciones por parte de Rajoy que el Gobierno estima que ya cumple, como el Pacto Antiterrorista.
El mismo escepticismo se vivió en la reunión que celebró la Ejecutiva del PSOE. Allí, su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, concluyó que nada ha cambiado en el PP después de su convención del fin de semana, a juzgar por sus discursos. Zapatero dejó claro ante los miembros de su ejecutiva que la recuperación de la confianza con los dirigentes del PP se hace cada vez más difícil por el comportamiento que mantienen día a día. Las fuentes informantes aclaran que no se trata de que el PP no haga oposición sino que la haga "con el terrorismo y con la política territorial de España". "Además con falsedades", señalaron estas fuentes. Se referían a la "reescritura de la Historia" que, a su juicio, hizo el ex presidente José María Aznar respecto a cómo manejó el diálogo con ETA, del que dijo que sólo buscaba la rendición de la banda. Zapatero, según las fuentes informantes, no dedicó mucho tiempo en la reunión de su ejecutiva a hablar de la respuesta a Rajoy sino de la tarea del Gobierno,
Ahora bien, hubo respuesta a la reclamación de Rajoy. José Blanco preguntó al PP si está dispuesto a aceptar que "la política antiterrorista la dirige el Gobierno". Blanco añadió: "La política antiterrorista no puede ser utilizada en la confrontación política". E hizo otra petición más: "Exigir al Gobierno que sustituya a los jueces no es cumplir la ley, sino incumplirla, y repetir esa exigencia al Gobierno, a sabiendas de que no es posible, es mala fe y juego sucio".
Por su parte, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aclaró que el Gobierno está dispuesto a pactar con el PP, pero sin condiciones previas, como ha planteado Rajoy, que ha requerido que el Gobierno promueva la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK), a lo que el Ejecutivo ha respondido reiteradamente que esa decisión depende de los jueces.
El diálogo condicionado de Rajoy empujó a Moraleda a manifestar su escepticismo sobre la sinceridad de la oferta: "No se puede incendiar y luego exigir que florezca sobre la tierra quemada; no se puede pedir la mano y empujar con la otra; no se puede ser bombero y pirómano a la vez". No obstante, Moraleda insistió en que "el presidente del Gobierno siempre está dispuesto a hablar con el líder de la oposición".
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