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El Thyssen-Bornemisza crea un santuario con una Virgen de Fra Angélico

La tabla La Virgen de la Humildad, de Fra Angélico, ha hecho escala en Madrid, tras su exposición en el Metropolitan de Nueva York, antes de su regreso al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), de Barcelona. El Museo Thyssen-Bornemisza (paseo del Prado, 8; www.museothussen.org) ha montado en torno a la obra del beato artista "un santuario", según el conservador jefe, Guillermo Solana, para estudiar episodios marianos junto a otras 12 piezas, todas ellas de los fondos de las colecciones del museo.

La iniciativa de Guillermo Solana ha sido presentar por primera vez en Madrid, hasta el 14 de mayo, la tabla de Fra Angélico para formar la exposición número 18 de la serie Contextos de la colección permanente, patrocinada por el Banco Urquijo. La Virgen de la Humildad, que pertenece a la colección del Thyssen en depósito en el MNAC, llega con otras seis tablas del mismo depósito, tampoco vistas en Madrid, y la muestra se completa con otras obras de pintores italianos, como Pietro de Rimini, Bernardo Daddi, Maestro de la Magdalena, Tadeo Gaddi, Niccolò di Tommaso, Lorenzo Monaco y Giovanni di Paolo.

En la apertura de la exposición, el medievalista Joaquín Yarza habló sobre las luces y sombras en la pintura de Florencia en torno a 1400. La intención de los comisarios, Guillermo Solana y Mar Borobia, jefe de área de pintura antigua del museo, es analizar el tema iconográfico de la Virgen en la pintura italiana de los siglos XIV y XV, a partir de La Virgen de la Humildad, pintada por Fra Angélico entre 1433 y 1435. La tabla es "una de las joyas" de la colección Thyssen, que tras su compra por el Estado se depositó en el palacio de Pedralbes y ahora en las salas del MNAC. Mencionada por Vasari en sus biografías de pintores, perteneció a la colección de la familia real inglesa, pasó a las manos de Leopoldo I de Bélgica y a su hijo y fue comprada por el multimillonario J. P. Morgan en 1909, y en 1935 pasó a la colección del barón Heinrich Thyssen, siendo recuperada tras una herencia en 1986 por el barón Hans Heinrich Thyssen para su Villa Favorita.

"Sobre la autenticidad y obra autógrafa no hay dudas significativas, pero sí algunas sobre su datación", señala Guillermo Solana, que menciona el catálogo del Metropolitan que rebaja la fecha hasta los años veinte del siglo XV. "La tabla, bien conservada, pertenece a un momento crucial del artista, y es posterior a la Anunciación del Prado. Fra Angélico reacciona a las propuestas de Masaccio con una solidez de volúmenes, una presencia monumental y unos colores vivísimos, con algunos rasgos arcaizantes, como la posición frontal".

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