Miles de personas salen en defensa de los médicos de Leganés

Miles de personas se manifestaron en la tarde de ayer por las calles de Leganés (Madrid) en defensa de los médicos del hospital Severo Ochoa y en contra del consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela. Manifestantes y líderes políticos y sindicales pidieron la destitución de Lamela porque ninguna de las acusaciones vertidas contra los facultativos por aplicar sedaciones irregulares ha sido demostrada cuando se cumple un año del inicio de la crisis.

El frío no restó ánimo a los asistentes y al grito de "¡Lamela, dimisión!" miles de personas iniciaron a las 18.36 la tercera gran muestra de apoyo que los médicos del hospital reciben en un año. Las anteriores fueron el 1 de abril de 2005, cuando 10.000 personas siguieron el mismo recorrido y el 19 de abril, cuando 15.000 personas marcharon por Madrid.

La concentración de ayer fue menos concurrida. En el momento de más asistencia, a las siete de la tarde, los asistentes se extendían por 250 metros de una calle de ocho metros de anchura. Unos 2.000 metros cuadrados, ocupados por entre una y tres personas según el tramo. Una concurrencia de unos 4.000 asistentes. Los sindicatos y la policía elevaron posteriormente esta cifra a 10.000.

La marcha se organizó en tres cabeceras que portaban sendas pancartas. La primera la sostenían vecinos de Leganés acompañados por el ex coordinador de Urgencias Luis Montes. En la segunda estaban los líderes sindicales, entre ellos el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el regional de CC OO, Javier López.

Los líderes políticos -los regionales del PSOE, Rafael Simancas, e IU, Fernando Marín, además del alcalde socialista de Leganés, José Luis Pérez Ráez- portaron la tercera pancarta. Todos coincidieron en destacar que "la irresponsable y perversa actuación de Lamela ha convertido el Severo Ochoa en un símbolo de defensa de la sanidad pública". "Lamela se irá, mejor antes que más tarde, pero el hospital y la lucha de la ciudad en su defensa permanecerán", afirmó Cándido Méndez.

El abogado Miguel Muga, de 49 años, acusó "a los gobernantes de montar una batalla política contra la sanidad pública". El abogado recordó los días en que su padre estuvo ingresado en el hospital y la "adecuada información" que recibió. "Lo sedaron, pero ya estaba en el final. Le dieron unos últimos días de vida que pudo vivir con dignidad", afirmó.

Trabajadores del centro y vecinos cantaron: "¡Que lo detengan! ¡Lamela, mentiroso, malvado, peligroso, no para de manipular!". Estos trabajadores recordaron que la única resolución judicial habida hasta el momento ha exculpado a los médicos e incluso ha alabado su actuación.