Cita africana
Cuatro décadas de mbaqanga las contemplan. Ellas tres, junto a Mahlathini -el León de Soweto- y la Makgona Tsothle Band, inventaron esa mezcla urbana, con nombre de sopa para pobres, de música tradicional surafricana con rhythm and blues y gospel en los aciagos tiempos del apartheid. Proclaman su edad con orgullo y parecen disponer de combustible para, al menos, veinte años más. Las legendarias reinas viajan ligeras de equipaje. Hilda Tloubatla, Mildred Mangxola y Nobesuthu Mbadu cantaron a capella Mbube, una de las canciones más universales de África del Sur. Y se despidieron, tras una muestra de claqué zulú, con el himno del partido de Mandela, que ahora es también el de su país.
Lura. The Mahotella Queens
Círculo de Bellas Artes. Madrid, 28 de febrero.
De Lura, una joven lisboeta de origen caboverdiano, se está empezando a hablar como de la posible sucesora de Cesaria Evora. Ni falta que hace. Una de sus bazas consiste precisamente en no evocar a la gran referencia musical del archipiélago. Trae coladeiras y funanas, ritmos más animosos que la conocida morna. El de Lura es el Cabo Verde más africano, el del batuku de las mujeres de la isla de Santiago que, como ella hizo durante el concierto, se colocan entre las piernas una bolsa de trapos que percuten con las manos. Confirmó, en su presentación acompañada por un quinteto de apellidos con historia musical (Vieira, París...), que es una de las mejores noticias llegadas desde África, vía Lisboa y París. Tiene una voz, grave y algo rasposa, imagen sonriente y presencia escénica -con el baile y el teatro como escuelas-. Todos los atributos para llegar lejos.
Babelia
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