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El funicular del Tibidabo será renovado y ampliará su capacidad

El Ayuntamiento destina 1,85 millones a maquinaria y la mejora de la estación inferior

El funicular del Tibidabo, inaugurado en 1901, se pondrá al día después del verano y ampliará su capacidad. Un nuevo motor, una sala de controles renovada y un lavado de cara de la estación inferior serán las principales actuaciones. Eso sí, los coches continuarán siendo los mismos. El objetivo es que la reforma esté lista antes de la primavera de 2007, cuando el parque de atracciones vuelva a abrir sus puertas después del paréntesis invernal.

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El funicular del Tibidabo une el parque de atracciones con la plaza del Doctor Andreu, donde enlaza con el Tramvia Blau. Sus instalaciones se han quedado un tanto anticuadas, al menos si se comparan con las de los otros dos funiculares de la ciudad, el de Vallvidrera y el de Montjuïc, que se renovaron en los noventa. Para remediarlo, el consistorio reformará el funicular "para que la gente no suba al Tibidabo en coche", precisó ayer el alcalde de la ciudad, el socialista Joan Clos.

Las obras se adjudicarán esta primavera y empezarán después del verano, cuando el parque de atracciones finalice la presente temporada, para que el funicular pueda volver a entrar en funcinamiento al cabo de 12 meses.

El nuevo motor, la sala de control renovada y la reforma de la estación inferior, la de la plaza del Doctor Andreu, irán acompañados de la principal novedad: el aumento de la frecuencia de paso del tren por cable. Con la reforma, el funicular doblará su capacidad y podrá transportar 1.600 pasajeros cada hora en vez de los 800 actuales. El presupuesto de estas obras supera los 1,85 millones de euros.

Todo ello significará una notable mejora de los accesos a la sierra de Collserola, que anualmente visitan dos millones de personas. Collserola es considerada un espacio de interés natural y el objetivo de la Administración es que en breve sea declarada parque natural. El propósito, explicó el alcalde Clos, es que la sierra conserve "su masa forestal extraordinaria" y sea "el pulmón verde" del cinturón metropolitano de Barcelona, donde habitan tres millones de personas, y no un gran parque urbano rodeado de ciudades.

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