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Reportaje:

El Gobierno de Jaume Matas asfalta Baleares

La izquierda, los ecologistas y los vecinos se movilizan contra las nuevas infraestructuras proyectadas en las islas

Los planes del Gobierno de Jaume Matas para ejecutar un gran plan de infraestructuras y propiciar una liberalización territorial, con más puertos deportivos, campos de golf y menos vetos a construcciones han desencadenado una importante protesta ciudadana. Ecologistas, vecinos y representantes de la izquierda se han movilizado contra las nuevas autopistas y autovías y rechazan decenas de proyectos de campos de golf, urbanizaciones y clubes náuticos.

En Ibiza, más del 10% de sus 110.000 habitantes, se movilizaron el 17 de febrero contra las dos autovías de 20 kilómetros cuyas obras no pueden avanzar por las protestas.

En este contexto de protestas ciudadanas, en Mallorca, el PP local ha reclamado a Matas que renuncie a la autopista Inca-Sineu, de 29 kilómetros en terreno rural. Los ecologistas han recogido 10.000 firmas para debatir en el Parlamento una ley que anule estos grandes proyectos de infraestructuras, entre ellos un hospital cerca de un monasterio en Palma y la ampliación de los aeropuertos.

La oposición reclama que se pare "el desarrollismo". El PP afirma que trabaja con apoyo social a favor de la seguridad y el progreso. Matas ha acusado a los que se oponen a las autopistas de Ibiza de "comportamientos radicales y violentos".

Las plataformas Salvemos Mallorca e Ibiza al Límite sostienen que las islas "se ahogan en asfalto y hormigón; jamás se había consumido tanto territorio y nunca había protestado tanta gente", señala Miquel À. March, portavoz ecologista.

En las elecciones de 2003, el PP logró mayoría absoluta y Matas decidió crear infraestructuras "deprisa y sin miedo". El Gobierno anterior, una coalición liderada por el PSOE con otros partidos progresistas y la nacionalista Unió Mallorquina, fue contrario a las autopistas, dictó una moratoria de puertos, bloqueó los campos de golf y quiso mitigar la huella urbanística.

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El PP ha desactivado muchos blindajes de la izquierda, a la que culpa de causar un retraso histórico. El consejero de Turismo, Juan Flaquer, afirmó que "los desdoblamientos de Ibiza seguirán porque son una necesidad imperiosa y cuentan con el apoyo de la mayoría".

El PSOE está intentando que el Ministerio de Fomento pacte con el Gobierno balear los proyectos de las nuevas carreteras y rectifique las iniciadas. Matas cree que sólo los socialistas desean paralizar sus obras estrella.

Las infraestructuras de Baleares -y los nuevos hospitales- se realizan sin ayuda estatal, con endeudamiento o por concesiones de explotación a 25 años. La izquierda dice que Matas "ha hipotecado a ocho gobiernos hasta el 2033", con 4.204 millones.

En Mallorca, Matas ya ha inaugurado autopistas: 15 kilómetros de cuatro carriles, en dos tramos, Arenal-Llucmajor, con 55,9 millones de coste; un tercer carril Palma-Inca y la variante de Inca (9,5 kilómetros), de 35 millones. Los trabajos siguen en la autovía Inca-Sa Pobla, de 10,3 kilómetros y cuatros carriles, con un coste de 49,6 millones; la doble vía de Palma a la Universidad, de 6 kilómetros, que valen 16 millones; Palmanova a Peguera, de 10 kilómetros, con pasos elevados y grandes desmontes y un coste de 49,3 millones.

En el ojo del huracán están las autovías de Ibiza que obligan a expropiar terrenos de medio millar de propietarios y a derribar 20 casas. La autovía Ibiza-aeropuerto, de 6 kilómetros, y la de Ibiza-Sant Antoni, de 13,6 kilómetros, lo pagan las constructoras privadas que cobrarán en 25 años 490 millones del Gobierno balear por la explotación. La ronda de Ibiza, con 4,2 kilómetros, cuesta 23 millones.

La motorización de las islas es de las más altas del mundo, con 940 coches por 1.000 habitantes. En Ibiza hay 116.000 coches y 110.000 habitantes. La siniestrabilidad es alta. La autovía Ibiza-Sant Antoni, con 22.000 coches al día y 27 muertos en accidente en cinco años, es la segunda más peligrosa de Baleares, tras Palma-Cala Rajada, con 54 fallecidos. Ibiza-aeropuerto tuvo entre 2001 y 2005 cuatro fallecidos, con 33.000 coches al día.

A las autovías previstas se sumarán una veintena de campos de golf y más de una docena de puertos privados.

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