Los socialistas rectifican la ley de Bono sobre el traspaso del castillo de Montjuïc

Tras el alud de críticas de todos los partidos menos el PP a las condiciones del proyecto de ley del Ministerio de Defensa para la cesión del castillo de Montjuïc a Barcelona, el ministro de Industria y primer secretario del Partit del Socialistes, José Montilla, anunció ayer que el propio PSOE presentará enmiendas al texto en las Cortes para satisfacer a la capital catalana. Ayer por la tarde el PSOE mantuvo contactos con los grupos parlamentarios del Congreso con el fin de aprobar el proyecto de ley con el máximo consenso posible. Paralelamente, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Defensa negociaron el ajuste de las condiciones plantedas por Bono.

Mientras que el consistorio pretendía el retorno "íntegro, efectivo y no condicionado" de la fortaleza, el proyecto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado vierne recoge y amplía las tres condiciones impuestas por el ministro José Bono: la bandera española debe ondear "permanentemente y en lugar preferente" en el castillo, donde permanecerá un destacamento militar y se mantendrán las antenas y redes de comunicación del Ejército "para atender las necesidades de la defensa nacional". El texto fue rechazado por el Ayuntamiento de Barcelona.

El consejero Saura considera "inaceptables" las condiciones de la cesión y asegura que "Cataluña no es una colonia"

El PSOE busca el apoyo de todos los partidos para enmendar el proyecto de ley del ministro Bono

CiU planteará hoy una proposición de ley para la cesión "íntegra y sin condiciones" de la fortaleza

El PSC, CiU, Esquerra e ICV-EUiA, nada más conocer los contenidos del texto, consideraron "inaceptables" los términos del traspaso y ya anunciaron la presentación de enmiendas en el trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, el alcalde de la ciudad, Joan Clos, dijo que Bono le había anunciado por teléfono su disposición a negociar y a modificar algunos puntos del texto. En este sentido, Montilla aseguró ante el alcalde que el proyecto de ley "quedará a satisfacción de todos" y Clos, quitando hierro al asunto, garantizó que se llegará a "una solución fácil y honorable a la situación". El ministro de Industria zanjó: "Una ley no es una ley hasta que se aprueba en el BOE".

Los integrantes del gobierno tripartito municipal, junto con Convergència i Unió, ya calificaron de "innecesaria" la mención de la presencia "permanente y en lugar preferente" de la bandera española en el castillo y ayer reiteraron sus críticas a este punto. A su juicio, la normativa vigente sobre la colocación de banderas en edificios públicos resulta más que suficiente. "A veces, todos, y yo también, hacemos en nuestros actos administrativos reiteraciones más que evidentes", aseguró Montilla. Por este motivo los socialistas catalanes buscan eliminar las referencias explícitas a la presencia de la bandera española contenidas en el proyecto de ley de Bono y hacer una mención genérica al "marco legal vigente". Con esta y otras modificaciones que rebajen el tono excesivamente ideológico que, en opinión del PSC, tiene el proyecto de ley, los socialistas esperan sumar al resto de los partidos al consenso. Eso se materializaría con la presentación de enmiendas conjuntas y la retirada de los textos que tienen a punto tanto CiU como ERC.

Pero anoche estos planes de los socialistas cojeaban en al menos dos frentes. Por una parte, CiU continuaba dispuesta a plantear hoy en el pleno del Congreso una proposición de ley para el traspaso íntegro y sin condiciones del castillo donde fue fusilado el presidente de la Generalitat Lluís Companys. El portavoz de Defensa de CiU en el Congreso, Josep Maldonado, señaló: "Sorprende que Zapatero prometiese la cesión del castillo, que haya tardado dos años en cumplirlo y que, encima, ponga condiciones que rayan la humillación".

Esquerra tiene a punto un texto alternativo casi idéntico al de CiU. También ICV se sumó al descontento por las condiciones del proyecto de ley y a la presentación de enmiendas para modificarlo. Su líder y consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, advirtió al Gobierno central de que "Cataluña no es una colonia" y de que "no necesita banderas ni que le digan dónde deber haber destacamentos militares". Saura recordó al Ejecutivo que su partido "no puede aceptar" condiciones en la cesión de Montjuïc.

Aparte de la polémica de las banderas, los partidos catalanes recuerdan que tampoco estaba previsto que, en el preámbulo, donde se cita la necesidad de convertir la fortaleza en "un monumento a la concordia", el proyecto de ley añadiera que el centro "ha de ser un lugar donde se den a conocer las valiosas tareas de las Fuerzas Armadas en sus misiones internacionales de paz y de ayuda humanitaria". Clos se opuso a que el Gobierno "precise excesivamente" el contenido del nuevo museo de la paz.