Una bomba casera hiere a un matrimonio al estallar en una sucursal bancaria de Vitoria

Un matrimonio resultó herido en la noche del sábado en Vitoria al explotar un artefacto casero cuando pasaba por delante de la sucursal bancaria del BBVA contra la que iba dirigido el ataque. La pareja fue hospitalizada con quemaduras de primer y segundo grado en la cara y las manos. A mediodía de ayer eran dados de alta. La Ertzaintza halló restos de una bombona de cámping gas y pólvora. Es el noveno ataque de kale borroka desde el miércoles, cuando sedes de partidos y la televisión vasca fueron embadurnadas de pintura y un afiliado socialista fue atacado en la calle con cohetes pirotécnicos.

En plena celebración del sábado de Carnaval en la capital alavesa, el matrimonio formado por L. M. R., de 49 años, y su esposa, M. J. V. R., de 48, caminaba veinte minutos antes de la medianoche por delante de una oficina del BBVA cuando el artefacto hizo explosión. La pareja, natural de Valladolid, vive en Vitoria por motivos laborales. La sucursal bancaria está situada en la plaza Gregorio Altube, en el barrio de Aranbizkarra, a unos dos kilómetros del centro de la ciudad.

El artefacto, de fabricación casera y compuesto por una bombona de cámping gas y algo de pólvora, según la Ertzaintza, explotó y causó el incendio que les ocasionó a ambos quemaduras en el rostro y las manos. Instintivamente, ambos se cubrieron la cabeza con los abrigos que llevaban, lo que probablemente les evitó heridas de mayor gravedad, según relató una fuente familiar a la agencia Efe.

Una patrulla de la Policía Municipal atendió en un primer momento al matrimonio, que ingresó a medianoche en el hospital de Santiago de la capital alavesa, con pronóstico "menos grave". Ambos recibían el alta hospitalaria a mediodía de ayer y rehusaron explicar a la prensa cómo ocurrieron los hechos.

Noveno ataque

Los daños materiales sufridos por la sucursal del banco afectaron a su cajero automático, las puertas y techos y el rótulo, que quedaron destrozados.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, el Gobierno vasco y todos los partidos condenaron el ataque, que la Ertzaintza atribuye a grupos de la kale borroka (violencia callejera).

Es el noveno ataque que se produce esta semana y el de mayor gravedad, después de que el jueves miembros de la ilegalizada organización juvenil Segi embadurnaran con pintura varias sedes del PSE, el PNV y EB, además de las instalaciones de la televisión autonómica en Vitoria, donde lanzaron también pasquines con nombres de periodistas.

El hecho que peores consecuencias pudo tener ocurrió en Mondragón (Guipúzcoa), donde un militante socialista de base resultó ileso de una agresión con cohetes pirotécnicos que le lanzaron en plena calle.

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, pidió de nuevo que no se minusvaloren acciones violentas como la del sábado, que parecen perseguir sólo daños materiales, porque cualquiera de ellas puede causar "heridos serios" e incluso muertos. Azkarate advirtió a Batasuna de que cada vez le queda "menos tiempo" para hacerles frente.

El ministro del Interior, quien estuvo el viernes en Vitoria para el homenaje al asesinado Fernando Buesa, reafirmó el compromiso del Gobierno de perseguir "con toda la firmeza del Estado de derecho" cualquier acto violento. El PNV expresó su temor de que se recrudezca la kale borroka y EA y EB consideraron que la explosión de ayer obstaculiza el proceso de paz.

El PSE-EE resaltó que los atentados, "que aparentemente no van contra nadie, van contra todo y contra todos", mientras el PP vaticinó que "algunos procurarán olvidar pronto que dos personas han resultado heridas".