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Reportaje:COYUNTURA INTERNACIONAL

Italia no supera los problemas

La cuarta economía europea crece un 0,2% y sigue en mínimos

La economía italiana atraviesa por un momento complicado. Los datos preliminares señalan que su PIB habrá crecido un 0,2% en 2005, el nivel más bajo en más de cinco años. Esto se suma a un déficit público, que vulnerará el Pacto de Estabilidad por tercer año consecutivo y una deuda pública que llegará al 108% del PIB este curso. No obstante, el país podría crecer un 1,3% este año.

El país vulnerará el Pacto de Estabilidad por cuarto año consecutivo, tras cerrar los nueve primeros meses con un déficit fiscal del 3,7%
La demanda interna ha pasado de crecer un 1,1% en 2004 al 0,6% en el pasado curso, una prueba de la desconfianza de los consumidores

La cuarta economía europea pasa por horas bajas. Los datos oficiales indican que el crecimiento acumulado durante los tres primeros trimestres del año ha sido nulo, por lo que las expectativas están cifradas en el periodo octubre-diciembre. Las estimaciones gubernamentales indican que el PIB podría elevarse un 0,2% en los últimos tres meses del año, aunque el organismo oficial de estadísticas italiano ha rebajado estos pronósticos hasta el 0,1%.

Italia crecerá un 0,2% durante este año, el dato más bajo en más de cinco cursos y una cifra que no hace más que confirmar los problemas económicos por los que atraviesa el país. La caída de la inversión, unas exportaciones a bajo nivel y la demanda doméstica, han sido los principales responsables de que Italia se acercara a la recesión en el primer trimestre de 2005. Si a esto le sumamos la debilidad de las cuentas públicas itálicas, tenemos como resultado un escenario de gran inestabilidad.

Cuentas públicas

La inversión fija de capital cayó un 0,7% durante el año pasado, mientras que el consumo interno, el principal motor de la economía, ha estado por debajo de años anteriores. Los datos indican que la demanda interna final ha pasado de crecer un 1,1% en 2004 hasta un 0,6% durante el pasado curso, demostrando que los consumidores aún no confían en el posible despegue económico.

Frente a esto, las deficitarias cuentas públicas de Italia amenazan con convertirse en un mal endémico. El país vulnerará este curso por cuarto año consecutivo el Pacto de Estabilidad de la UE, tras cerrar los primeros nueve meses de 2005 con un déficit fiscal del 3,7%. El problema es que durante el último lustro el gasto público ha estado por encima del crecimiento económico, lo que junto a profundos desajustes en la balanza comercial, ha generado que las arcas públicas sigan a la baja.

Sólo este año, las importaciones han duplicado el crecimiento de las exportaciones generando un déficit comercial que se situó en 10.368 millones, más de diez veces el desequilibrio de 1.221 millones marcado en 2004. Esto ha incrementado la deuda pública que ha cerrado en un 108,5% del PIB el año pasado -la producción italiana ronda los 1,6 billones de dólares anuales- aunque se espera que baje al 107,9% en 2007.

Campaña electoral

Bruselas ha advertido de que los compromisos de Italia para reducir los niveles de deuda no se están cumpliendo y que difícilmente se podría llegar en 2007 al 2,8% de déficit prometido. En plena campaña electoral, los dos bloques políticos en disputa han prometido un recorte de 8.000 a 10.000 euros en las contribuciones de las empresas a la seguridad social, lo que podría reactivar la demanda, pero disminuiría la capacidad de recaudación del Estado.

Con todo, los analistas son optimistas y advierten que este año Italia podría crecer entre un 1,3% y un 1,5%, principalmente debido al tirón de las exportaciones que podrían crecer un 6,8%. A favor de la economía itálica jugará también una menor presión de los precios del petróleo y una favorable coyuntura monetaria.

No obstante, todos los expertos coinciden en que este crecimiento no será posible si el país no estructura un plan de reducción de costes coherente y si no realiza las reformas necesarias para aumentar la productividad y para abrir a la mayor competencia sectores clave como los servicios.

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