La Mafia, en el banquillo
El jefe del clan de los Genovese es juzgado en Nueva York por ordenar desde la cárcel el asesinato de un rival
Liborio Bellomo, más conocido como Barney, era la voz cantante en los noventa de la poderosa familia de los Genovese, el más importante de los cinco clanes de la Cosa Nostra en Nueva York. A este capo -encarcelado en Florida desde 1996, donde cumple una pena de 10 años por extorsión- se le acusa de haber ordenado desde su celda la muerte en 1998 de Ralph Coppola. Junto a Bellomo aparecen inculpados en el mismo sumario otros 31 miembros de la organización. Se les acusa de varios delitos: asesinato, extorsión, tráfico de drogas y blanqueo de dinero.
Los cargos presentados el jueves contra los miembros más destacados de este clan son el resultado de tres años de complejas investigaciones en el Bronx, Harlem y Westchester. Las acusaciones se sustentan en las revelaciones de Peter Peluso, el abogado que hacía las funciones de mensajero entre sus clientes de la familia Genovese en prisión y los que estaban en la calle.
Si Liborio Bellomo es hallado culpable, podría ser sentenciado a la pena de muerte
Este verano, el abogado se alejó del clan y optó por cooperar con la justicia, tras negociar una reducción de la pena. El jefe Bellomo pasaba mensajes codificados a través de Peter Peluso desde su celda en un centro penitenciario federal en Florida. "Peluso admitió haber llevado mensajes del encarcelado Bellomo a otros líderes de la familia Genovese y que llevaron al asesinato de otro reputado mafioso", explicó el fiscal Michael García, quien aseguró que Liborio Bellomo "se mantuvo como un poderoso miembro de la familia".
Si Barney es hallado culpable de ordenar el asesinato de Ralph Coppola, uno de los capitanes del clan, podría ser sentenciado a la pena de muerte. No es, en todo caso, el único crimen del que se le responsabiliza a Bellomo y a los 31 miembros del clan Genovese. Sobre ellos pesan 42 cargos por crímenes cometidos durante más de una década, desde el asesinato hasta la extorsión y el blanqueo de dinero, pasando por el tráfico de drogas y de armas. Mark Mershon, jefe del FBI en Nueva York, dijo que se trata de un duro golpe para los operativos de la organización mafiosa en el Bronx.
El clan de los Genovese, como explica el responsable del FBI, "era el más poderoso de las cinco familias que integraban la Cosa Nostra". En el pasado, la organización criminal fue dirigida por el infame Vincent Chin Gigante. Pero ahora, el clan está sumido en una batalla interna por el liderazgo y algunos de sus miembros más prominentes están fuera de juego. Tres capos y cinco de sus principales soldados están procesados. Y recientemente, Michael Chunk Londino, moría en una operación policial en el Bronx.
El FBI recordaba ayer que 30 de los 32 miembros procesados están bajo custodia, esperando a ser procesados. Durante los tres años que ha durado la investigación, las autoridades locales y federales siguieron muy de cerca los pasos de sus miembros y sus reuniones.
En paralelo a esta acción judicial contra la Mafia neoyorquina, en el distrito de Manhattan arrancaba esta semana el segundo juicio contra el hijo del conocido capo John Gotti, de la familia Gambino. Gotti Junior está acusado de haber preparado el secuestro de Curtis Sliwa, fundador del movimiento contra el crimen conocido como los Ángeles Guardianes. John Gotti Junior llevaba en arresto domiciliario desde septiembre, tras pagar una fianza de siete millones de dólares.
Y a comienzos de marzo, en Brooklyn, debería empezar también el juicio contra los ex agentes Louis Eppolito y Stephen Caracappa, conocidos como los policías mafiosos. Los antiguos miembros de la policía neoyorquina están acusados de realizar algunos trabajos sucios para la Mafia entre 1986 y 1992, entre ellos 10 asesinatos de encargo.
