_
_
_
_
Reportaje:

Grandes papeles del arte

El domingo cierran las exposiciones sobre el 'collage' en la Miró y sobre los grabados de Rembrandt en La Pedrera

Aún hay tiempo, pero queda poco. El próximo domingo finalizan en Barcelona dos grandes exposiciones que comparten el estar fundamentadas en el humilde soporte del papel, pero en estos dos casos utilizado con una grandeza difícil de superar. Por una parte se acaba, tras recibir hasta el pasado jueves 111.000 visitantes, Maestros del collage en la Fundación Miró de Barcelona, una de las pocas exposiciones dedicadas a esta disciplina que permite desvelar la importancia oculta de la disciplina en el arte del siglo XX. Por la otra, en la sala de exposiciones de Fundació Caixa Catalunya en La Pedrera concluye Rembrandt. La luz de la sombra, una excepcional selección de grabados del artista del que ahora se celebra su cuarto centenario que ha sido vista por unas 130.000 personas, y que posteriormente itinerará a la Biblioteca Nacional de Madrid.

Ayer, en las dos exposiciones abundaba un público interesado y silencioso que recorría de forma pausada unas salas aún sin aglomeraciones. En la Miró, con entrada a cuatro euros, destaca una sala, la primera, que tiene carácter de acontecimiento artístico. En ella se reúnen 11 collages cubistas, de Georges Braque y Pablo Picasso, que conforman un conjunto impresionante de la potencia y actualidad de una disciplina que, precisamente, dio sus primeros pasos en estas delicadas obras sobre papel que incorporaron al gran arte las intuiciones del arte popular. Hay dos piezas que resultan especialmente emocionantes. Una es Tête de femme, de Braque, de 1912, uno de los primeros collages de la historia realizado con el papel de empapelar que compró Braque en una droguería de Aviñón un día de septiembre y que dio inicio a los papiers collés. La otra es La bouitelle de vieux marc, de Picasso, de 1913, una maravilloso collage en el que el artista añadió los trozos de papel pintado y un fragmento de diario no con cola sino con unos alfileres a los que el tiempo ha teñido con el óxido de la poesía. Sólo por esta sala ya valdría la pena la visita a la exposición Maestros del collage. De Picasso a Rauschenberg, que reúne unas 140 piezas de algunos de los grandes maestros del siglo.

De manera paralela a la exposición se ha organizado un seminario, que ha contado con un buen aforo, del que aún quedan por realizar tres conferencias los días 27 de febrero y 1 y 6 de marzo. De momento no está previsto publicar estas ponencias ya que, comenta su directora Rosa Maria Malet, la fundación realiza numerosas actividades pero no cuenta con los recursos de otras instituciones públicas ya que sólo está subvencionado, como mucho, el 25% de su presupuesto. "Tenemos que hacer muchos equilibrios, pero compensa cuando ves la respuesta del público al esfuerzo de organizar exposiciones como ésta", indica Malet.

Es un problema que no tiene la Fundación Caixa Catalunya, que incluso ofrece sus exposiciones de forma gratuita. En el caso de la dedicada a los grabados de Rembrandt la respuesta ha sido amplia, pero no se han producido grandes colas. En todo caso, indican sus responsables, las colas se han debido al mayor tiempo que dedica el visitante a recorrer esta muestra plagada de obras que requieren una mirada detallada y atenta. Entre lo más interesante de la visita destaca, precisamente, la posibilidad de comparar las distintas pruebas de estado (modificaciones de un mismo grabado) que realizaba el artista, así como su destreza técnica e innovación temática.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_