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Colombia clama por la libertad de los rehenes de la guerrilla

La candidata presidencial Ingrid Betancourt lleva cuatro años secuestrada

Lograr que los bogotanos hagan suyo el acuerdo humanitario que permita la libertad de 63 personas canjeables en poder de las FARC, la guerrilla marxista más antigua del país, fue el objetivo del concierto con el que la alcaldía de la capital colombiana conmemoró ayer, jueves, los cuatro años de secuestro de Ingrid Betancourt, candidata presidencial cuando ocurrió aquel hecho, y su amiga Clara Rojas.

La céntrica Plaza de Bolívar se llenó de banderas y de globos inmensos donde se leía "¿A quién quieres sacar de la guerra?". Durante nueve meses, los casi ocho millones de habitantes de esta ciudad podrán escribir si quieren que los niños, los secuestrados, las madres o quién sea se separen del conflicto que desagarra Colombia desde hace décadas.

En 80 países se celebraron actos de solidaridad similares, en especial en Francia, donde Ingrid, ciudadana colombiano-francesa por su primer matrimonio (en el momento del secuestro era candidata presidencial), es vista como una heroína. En París se lanzaron los pétalos de cinco mil rosas a las aguas del río Sena.

El ministro francés de Exteriores, Philippe Douste- Blazy, instó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a aceptar la fórmula que presentó su país, junto a España y Suiza, para que Gobierno y guerrilla se sienten a negociar. La UE y varios eurodiputados de visita en Colombia hicieron peticiones similares.

En el acto solidario en Bogotá, bautizado con el lema Para volvernos a ver: Acuerdo humanitario, hubo "abrazos gigantes solidarios" y gritos por la libertad de todos los secuestrados -la mayoría de carácter económico-. Se pidieron, una vez más, pruebas de supervivencia de los canjeables. De Ingrid y Clara no se sabe nada desde hace tres años; de dos cabos secuestrados hace más de ocho años, no hay noticia desde 2002. A las cinco de la tarde, después de una misa, las campanas de la catedral fueron echadas al vuelo y se leyó la famosa frase de Ernest Hemingway en la que el escritor estadounidense expresaba que todos los problemas de la humanidad le conciernen a cada individuo.

Se clamó también por la devolución del cadáver del coronel Julián Ernesto Guevara, de 38 años, muerto en cautiverio el pasado 28 de enero por una "extraña enfermedad", según las FARC. La organización, que engrosa la lista de grupos terroristas de la UE, señaló que está dispuesta a hacerlo si el Gobierno les ofrece seguridad.

Paradójicamente, detrás de este gran acto por la libertad de los secuestrados estuvo Roberto Sáenz, encargado en la alcaldía de los temas de reconciliación y hermano de Alfonso Cano, uno de los cinco comandantes de las FARC. "Llegó la hora de que la sociedad civil reclame, no sólo al Estado, sino a los grupos armados el respeto por los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario", dijo Sáenz a este periódico, un hombre que siempre ha estado en contra de la violencia.

Ingrid Betancourt.
Ingrid Betancourt.

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