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Dos consejeros han fracasado en el intento de abrir el suburbano las madrugadas del fin de semana

La apertura nocturna del metro de Madrid es una idea que ya pasó por la mente del anterior presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón. Encargó a su entonces consejero de Transportes, Luis Eduardo Cortés, que le preparase un proyecto, pero el consejero se topó con las reclamaciones sindicales: más horas de trabajo nocturno significaban más sueldo y obligaba a más seguridad en las estaciones. Además, el mantenimiento de la red subterránea requería ciertas horas de cierre para la limpieza y revisión de los vagones y máquinas del tren.

Esperanza Aguirre retomó la idea. Francisco Granados, su primer consejero de Transportes, fue el encargado de intentar ponerla en marcha de nuevo. Un informe del Consorcio de Transportes, elaborado al efecto, señalaba que con 85.000 usuarios la apertura de las líneas resultaría rentable para la empresa. El aumento de las horas de funcionamiento del suburbano -ahora cierra a la 1.30 y reabre sus puertas a las 6.00- supondría un gasto anual de nueve millones.

El Ejecutivo llegó a anunciar que en breve llegaría a un acuerdo con los sindicatos. "La predisposición de todos es buena", precisó.

El Consorcio Regional acordó, incluso, una "experiencia piloto" por un periodo de seis meses. El metro abriría los viernes y sábados en toda la línea 6 (la circular) y, parcialmente, en la 1 y la 4, mientras que la EMT reforzaría su servicio en esas horas poniendo en circulación 11 nuevas líneas nocturnas. Pero la iniciativa, que se negoció con los sindicatos, también fracasó. Entre los "problemas" surgidos estaban "el cierre de todas aquellas bocas que lleven a algunas líneas que no vayan a utilizarse durante la noche", así como organizar el dispositivo de seguridad y negociar las condiciones laborales de los trabajadores. El plan quedó aparcado en un cajón.

Hace una semana, la consejera María Dolores de Cospedal dio ya por imposible la apertura del metro. Por eso, ha anunciado la puesta en marcha de las 12 líneas de autobuses que suplirían a las líneas de metro durante las madrugadas del fin de semana.

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