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APUNTES

El Parque Científico de Elche, empieza a caminar

La Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha presentado los cuatro proyectos de investigación, germen de posibles empresas con base científica o tecnológica, con los que arranca su andadura.

Destaca entre las cuatro líneas de investigación, la puesta en marcha de un banco de células humanas cuyos fines serán, en principio, experimental y diagnóstico, y cuando se modifique la ley que en la actualidad se está revisando, podrá tener un fin terapéutico. Los otros proyectos se refieren a la optimización de las energías renovables, sistemas informáticos de ayuda al planeamiento urbanístico y robots para la vigilancia de edificios o industrias.

El parque científico y tecnológico de la UMH va, poco a poco, avanzando. Su diseño se basa en un modelo que integra los edificios en el campus, de manera que la finalidad de relacionar universidad y empresa se fomenta con la disposición física de las construcciones. El objetivo del parque es crear empresas con una importante base tecnológica o científica que "haya sido desarrollada en la misma universidad", según Salvador Viniegra, vicerrector de Investigación.

El proyecto para crear un banco de células y tejidos humanos se basa en la creciente demanda sobre modelos experimentales de terapia celular, que parece una prometedora vía de tratamiento para enfermedades como el Alzheimer, la Esclerosis o el Parkinson. "Los bancos de células que existen en nuestro entorno", afirma Salvador Martínez, director del proyecto, "tienen una finalidad fundamentalmente terapéutica (para realizar trasplante de médula)". El objetivo del banco sería conseguir las tres posibilidades, experimental, diagnóstica y terapéutica en un amplio abanico de patologías. Precisamente Martínez explicó que la Unión Europea acaba de aprobar la posibilidad de patentar las modificaciones celulares y de tejidos que se consigan.

Los responsables de este proyecto son conscientes de que la legislación española permitirá pronto avanzar en este campo de investigación, y a la vez, excluirá la posibilidad de poner en marcha bancos de células y tejidos privados. Un banco público como seria éste tendría entonces sentido pleno. La ciencia ya sabe las posibilidades que abre la investigación sobre estos recursos: comprender los mecanismos de regeneración de tejidos y órganos, capacidad para regenerar el sistema celular sanguíneo y la inmunidad, secreción de sustancias por parte de las propias células que eliminen desde dentro las células cancerosas y desarrollo de modelos in vitro de enfermedades humanas sobre los que experimentar.

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