Sufrimiento diario
Vivo en el barrio de Los Puertos, que es la zona situada entre la avenida del Planetario y el tramo final de la calle de Embajadores. La zona desde Legazpi hasta nuestro barrio es una gigantesca obra que estamos sufriendo día a día.
Se puede estar de acuerdo o no sobre el proyecto de reforma de la M-30, yo no lo estoy, pero respeto a esa supuesta mayoría de ciudadanos a los que les parece bien y esperaré con paciencia a que terminen para ver el resultado.
Mientras eso ocurre, los vecinos de ese barrio estamos en las siguientes condiciones: teníamos dos autobuses, el 148 y el 62 (con un minirrecorrido que sólo llega a la plaza de la Beata Ana), que han modificado su trayecto por las obras y ya no sabemos cuándo pasan ni por dónde. Teníamos dos líneas de metro en Legazpi: la 3 y la 6. Ahora sólo tenemos la 6 porque la 3 está cortada desde Legazpi a Delicias. Teníamos dos calles de acceso a nuestro barrio. Ahora sólo tenemos una: la calle de Puerto Serrano, por donde entran y salen todos los coches, camiones...
Salir y entrar al barrio en coche es una pesadilla. Los peatones improvisan cada día un recorrido nuevo, entre planchas de acero en el suelo, socavones y vallas en los laterales. Algunos accesos son tan estrechos que no caben los carritos de los bebés.
Nos movemos entre nubes de polvo y ruido de maquinaria que trabaja 20 horas diarias. Y tenemos que escuchar a la concejal Eva Durán decir que los que protestamos no somos vecinos del barrio. Yo invito a esa señora a tomar café en mi casa. Pero, por favor, que venga en transporte público y se vuelva andando o en coche y después me diga qué forma cree idónea.
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