El amigo al que disparó Cheney dice ser "un hombre con suerte"
La policía de Tejas da por cerrado el caso del accidente de caza
"Soy un hombre con suerte", aseguró ayer Harry Whittington a las puertas del hospital de Corpus Christi (Tejas) donde ha permanecido ingresado desde que, hace hoy una semana, el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, disparase contra él de forma fortuita mientras cazaban perdices. "Los accidentes ocurren", dijo Whittington, "y eso es lo que ocurrió". La policía de Tejas dio el caso por cerrado.
Con el lado derecho de la cara entre morado y amarillo y visiblemente afectado por las heridas provocadas por el disparo, el abogado de Austin, de 78 años, manifestó a los periodistas que sentía mucho todos los problemas que ha tenido que afrontar su amigo Cheney durante la semana. Con algo de dificultad para hablar y carraspeando casi a cada frase durante los menos de cinco minutos que duró su comparecencia ante la prensa, el abogado tejano, lleno de gratitud hacia Cheney, declaró que el vicepresidente "tenía cosas más importantes a las que dedicarse".
Whittington lamentó el escrutinio público al que ha sido sometido el número dos de George W. Bush debido a su tardaza a la hora de comunicar lo sucedido el pasado sábado en un rancho de Tejas. "He leído y he visto" todas las noticias que se han escrito sobre el accidente, prosiguió Whittington, quien reiteró: "Todos asumimos ciertos riesgos en las cosas que hacemos, en las actividades que desarrollamos". Whittington agradeció a los médicos el trato dispensado y se manifestó conmovido por toda la gente que rezó por él. Después, volvió sobre sus pasos y se internó de nuevo en el hospital, que ayer le dió el alta médica.
Con una escrupulosa habilidad para escoger el momento oportuno, el vicepresidente Cheney, de 65 años, abría ante las cámaras de televisión el año legislativo en el Capitolio de Wyoming, su Estado de origen, justo diez minutos después de que compareciese su amigo Whittington. "Ha sido una semana muy larga", proclamó el segundo de la Casa Blanca. Cheney entró en la sala precedido de una gran ovación.
El caso está cerrado. El jueves por la noche la policía de Tejas descartaba presentar cargos contra el vicepresidente estadounidense tras concluir su investigación. El sheriff Ramón Salinas declaraba al diario Houston Chronicle que no se iban "a presentar cargos contra nadie. Nuestra investigación ha terminado. Sólo ha sido un accidente de caza".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.