"La situación es de calma, por ahora"

"Hasta este momento, la situación es de calma, no sé lo que pasará dentro de dos horas", admite el coronel Andrés Gacio, jefe del batallón hispano-marroquí desplegado en Haití. Por si acaso, los 200 infantes de marina españoles y los 160 militares marroquíes patrullan permanentemente el noreste del país, junto a la frontera de la República Dominicana. Durante los dos últimos días, han caído intensas lluvias que han dejado intransitables los caminos (no hay en toda la zona un solo kilómetro de carretera asfaltada), lo que en cierta forma ha supuesto un respiro.

Una visita electoral a Ouanaminthe del candidato presidencial René Préval provocó el pasado 24 de enero violentos enfrentamientos entre partidarios y detractores del ex presidente Jean Bertrand Aristide. En Ouanaminthe tiene su base un destacamento español, pero el grueso de las tropas está en Fort Liberté. En todo el departamento del noreste viven 300.000 personas, casi 120.000 con derecho a voto.

Con motivo de las elecciones del 7 de febrero, el batallón escoltó urnas y papeletas hasta los 45 centros de votación y luego las recogió para custodiarlas en la base española, hasta su traslado a Puerto Príncipe en helicóptero.

El noreste no es uno de los feudos de Préval, quien habría obtenido el 36,5% de los votos al 94% del escrutinio provisional. Pero la situación es muy inestable y a los enfrentamientos entre grupos políticos se suma la actuación de traficantes y contrabandistas. "Aquí falta de todo y sobran armas", admite el coronel.

El actual contingente español llegó a Haití el 1 de noviembre, por lo que su periodo de cuatro meses acaba el 28 de febrero. El ministro de Defensa, José Bono, anunció ayer que, si no se produce ninguna incidencia imprevista, regresará en torno al 5 de abril y ya no será relevado.

"Lógicamente, todo el mundo tiene ganas de volver a casa, pero somos profesionales y estaremos aquí trabajando hasta que se nos ordene volver", contesta Gacio.