_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

ETA y nosotros

"La diabólica trampa de ETA consiste en que sólo por la represión policial no se acaba con ella, pero también en que la tentación negociadora será hoy por hoy frustrada por los más violentos que en ella anidan: aquellos que se consideran animados y beneficiados por nuestras divisiones, debates, querellas partidarias y acusaciones al vecino". Esto escribió, dos meses antes de que lo mataran, el ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente. El artículo se titulaba "ETA y nosotros", e incluía una reflexión sobre lo absurdo de que los demócratas se enfrenten en torno al "prematuro debate" de si será mejor ser "generoso con los etarras" arrepentidos o exigirles "el cumplimiento íntegro de sus condenas".

Más información
Zapatero afirma que el dolor de las víctimas exige buscar el fin de ETA
Peces-Barba asegura a las víctimas que no se negociará con ETA "paz por presos"

Una parte de los asistentes al III Congreso de Víctimas del Terrorismo, que se clausuró ayer en Valencia, se ausentó de la sala cuando iba a dirigirles la palabra el Comisionado para las Víctimas, Gregorio Peces-Barba, que horas antes había anunciado su intención de renunciar al cargo el próximo otoño, por razones personales. Desde poco después de su nombramiento, un sector encabezado por el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, se ha dedicado a descalificar con saña insólita a este profesor, uno de los siete redactores de la Constitución y persona comprometida con movimientos cívicos contra ETA, como ¡Basta ya!

Peces-Barba no ha sido un transmisor de las consignas del Gobierno que le nombró. Reclamó la intervención de la Justicia para impedir el Congreso de Batasuna en Barakaldo, ha respaldado iniciativas como la del embargo de la cristalería del asesino de Baglietto, enviado un representante al pleno de Azkoitia en que se trató ese asunto, y tomado distancias con el optimismo de Zapatero respecto al fin de ETA. Sin embargo, el error del Gobierno de no consultar su nombramiento con el PP fue magnificado por este partido para sumarse a la agresiva campaña contra el Comisionado. El gesto de desprecio de ayer, totalmente impropio de un acto de esa naturaleza, es revelador de la grave desorientación de un sector (mayoritario) del movimiento de víctimas, fruto a su vez de su politización partidista, muy acusada en los últimos tiempos.

El comisionado aseguró a los asistentes que el Gobierno no dará ningún paso en relación a ETA (y sus presos) sin un cese previo de la violencia. Ése es el compromiso avalado por el Parlamento en mayo pasado. Zapatero reafirma su convicción de que hay una oportunidad para la paz. En algún momento deberá convencer de ello a Rajoy. Lo que no puede ser es que en un tema como éste los dos grandes partidos actúen "como gallos de pelea, olvidados de la raposa que alevosa y sin escrúpulos acecha sus públicas disensiones para seguir matando", tal como escribía en diciembre de 1995 Tomás y Valiente. O para poner un coche bomba, como ayer en Urdax (Navarra).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_