Moratinos ofrece a Paraguay un pacto para regular la inmigración

La inmigración paraguaya hacia España es la que más ha crecido en términos relativos, aunque sus números absolutos -unos 10.000- sean tan modestos como corresponden a un país de cinco millones de habitantes. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ofreció ayer en Asunción un acuerdo para regular ese flujo mediante la selección en origen, parecido al que Madrid tiene con Estados como Ecuador, mucho más relevantes como emisores de emigración.

El ministro anunció este resultado al término de una visita que, según destacó su colega, Leyla Rachid, fue la primera oficial de un jefe de la diplomacia española en los 17 años de difícil transición democrática de Paraguay. La agenda bilateral de este viaje, concebido como una escala fácil entre Uruguay y Argentina, donde Moratinos llegó anoche, fue modesta, porque las relaciones hispano-paraguayas no son especialmente relevantes ni en el terreno económico ni en el político.

Rachid expresó ayer el "gran interés" de su país por recibir inversiones españolas, sobre todo a través de pequeñas y medianas empresas. Moratinos habló de la posibilidad de canjear por programas de educación la deuda paraguaya con España (29 millones de dólares), y puso a disposición de su anfitriones el programa español de microcréditos.

El otro apartado de las conversaciones en Asunción, donde el ministro fue recibido por el presidente, Nicanor Duarte, fue las negociaciones entre la UE y Mercosur, el mercado común que agrupa ya a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, recién incorporada al grupo. Moratinos quiere desbloquear el acuerdo de asociación empantanado desde hace más de un año, por diferencias arancelarias y, especialmente, sobre los subsidios que la UE otorga a sus agricultores.

El ministro participará hoy en Buenos Aires en una reunión de Mercosur, en la que, dijo, se concretarán plazos y fechas para concluir el acuerdo de asociación. El ministro se comprometió a transmitir esos datos y sus impresiones al Consejo de Asuntos Generales de la Unión, a fin de que el avance se pueda reflejar en la cumbre UE-América Latina que se celebrará en Viena, en mayo.

En relación con unas recientes declaraciones en las que el ex presidente José María Aznar advertía del peligro de los gobiernos populistas latinoamericanos, Moratinos dijo que lo que hay que hacer en América Latina es, precisamente, lo contrario de lo que hizo Aznar: Hay que incrementar la ayuda y aceptar los resultados electorales legítimos.

La ministra Rachid coincidió en que los últimos resultados deben ser celebrados y respetados como la expresión democrática de una discriminación social que data de siglos.