El cine como factor de prevención
Alumnos de un instituto de Huelma (Jaén) elaboran un cortometraje que sirve como denuncia social de la drogadicción
Con medios rudimentarios pero con las ideas muy claras sobre el mensaje que querían transmitir, una veintena de alumnos del Instituto de Secundaria Sierra Mágina, de Huelma (Jaén), han hecho su primera incursión en el mundo del cine para rodar un cortometraje sobre el mundo de las drogas.
Durante varios días, los pasillos, las aulas y el patio del instituto se han convertido en un improvisado plató por donde han desfilado unos novatos actores y actrices. La experiencia, que ha servido como actividad práctica del 4º curso de Bachillerato, finalizará hoy martes con el montaje de la cinta. A partir de ahí todo estará listo para su estreno, dentro de los actos programados por el instituto con motivo del 28-F, Día de Andalucía.
"Hemos querido plasmar lo que es un problema social, también en nuestro pueblo, y hacer ver a los jóvenes que las consecuencias para quien entra en este mundo pueden ser fatales", asegura Antonio Jesús Guzmán Justicia, de 16 años y subdirector del cortometraje, que tendrá una duración aproximada de media hora. Antonio Jesús ha tenido que hacerse respetar para dar las órdenes durante el rodaje a compañeros como Jessica Jiménez, Gloria Valdivia, José María Galán, José Manuel Roa, Manuel Fuentes o David Lirio.
Todos han seguido el guión elaborado por otro compañero, José María Gila Vilchez, a partir de una adaptación de la obra Campos de fresas, del novelista catalán Jordi Sierra i Fabra. La trama aborda la historia de una pandilla de adolescentes que se van de marcha a una discoteca y se toman una pastilla de éxtasis para poder aguantar horas y horas. Pero para una de ellas el desenlace +tirse mal, es trasladada a un centro médico y para poder salvarla necesitan saber la composición de la pastilla, algo que no logran. Al final, su muerte no es producto de una sobredosis, sino de la adulteración.
"He intentado adaptar el libro y los relatos a la realidad social de Huelma, pero con la conclusión de que las drogas siempre pasan factura", dice el guionista de la película, consciente de la "preocupación" que este tema suscita en esta población de poco más de 6.000 habitantes que forma parte del parque natural de Sierra Mágina.
Además, muchos de los 570 alumnos matriculados en este centro proceden de otros pueblos de la comarca, como el granadino Guadahortuna, donde también el consumo de estupefacientes presenta índices altos. La idea de hacer este corto surgió de otro alumno, José González Jiménez, que pretendía "alertar sobre los riesgos del éxtasis y la amenaza de los traficantes de drogas". Al final, el proyecto ha revolucionado la actividad diaria del centro y se confía que pueda ser el inicio de otras experiencias audiovisuales similares.
El rodaje del cortometraje ha tenido que suplir la falta de medios (sólo han tenido la ayuda externa de un montador) con el ingenio de los alumnos. Sólo han contado con una cámara digital, el micro lo ataron al palo de un cepillo, los pasillos del centro simularon las urgencias de un hospital y otros rincones del instituto sirven para describir los sentimientos de los componentes de la plantilla.
Uno a uno van desnudando sus secretos, sus obsesiones y sus miedos o la culpabilidad que sienten por lo sucedido a su compañera.
"Ha sido una experiencia que ha valido la pena desde el punto de vista educativo; este tipo de actividades ayuda a concienciar mucho más que muchas charlas o conferencias", indica el profesor Francisco Martín, tutor de los alumnos de 4º de ESO del instituto Sierra Mágina.
Además, antes de abordar el rodaje, los miembros del taller cinematográfico han tenido que descubrir a uno de los escritores con mayor prestigio en la literatura juvenil, Jordi Sierra i Fabra (autor de más de un centenar de títulos dirigidos al público más joven), que provoca la reflexión de los adolescentes con sus historias cotidianas, donde muchos de ellos se ven identificados.
La iniciativa del instituto de Huelma ha coincidido con la puesta en marcha en Jaén del Plan Provincial de Drogas y Adicciones, que va a prestar especial atención al ámbito escolar y a la Universidad, a través de la formación de profesionales y la investigación de proyectos para alejar a los jóvenes de las drogas. Según los datos de la Dirección General de Drogodependencias y Adicciones, el consumo de drogas descendió durante el último año en Andalucía, aunque sigue preocupando el alto consumo de alcohol entre los jóvenes durante los fines de semana. De hecho, el alcohol acapara el 34% de los casos atendidos en los centros de drogodependencias.
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