Zapatero respalda a Putin como líder "determinante" en la escena internacional

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no duda ni desconfía del papel internacional que corresponde al líder ruso, Vladímir Putin, en la nueva escena internacional marcada por el contencioso nuclear con Irán y el triunfo de Hamás en Palestina. Ayer lo calificó de "determinante" en ambos casos e "insustituible" en el proceso de paz en Oriente Próximo, después de que Putin anunciara que invita a Moscú a los radicales palestinos. El hecho de que el ruso no los tache de terroristas no impidió un amplio acuerdo sobre esta gran amenaza del siglo XXI.

Gran sintonía también en relación con las viñetas de Mahoma consideradas ofensivas en países musulmanes y en el planteamiento de las relaciones bilaterales, especialmente en el campo económico y energético, que, siendo ya "cordiales", se verán reforzadas "de forma significativa", según dijo Zapatero al término de la visita de Estado a España del presidente ruso.

"España va a respaldar las iniciativas que lleve a cabo [Putin acerca de Oriente Próximo] en el marco del Cuarteto" formado por Rusia, EE UU, la UE y la ONU, aseguró el presidente, sin detectar problemas en el hecho de que el líder ruso no considere a Hamás terrorista, a diferencia de americanos y europeos.

"Toda la comunidad internacional exige que la política se haga sin violencia", añadió, mientras Putin precisaba que considera más importante "aprovechar las estructuras reales" que condenar "precipitadamente", y reiteraba que "Hamás ha llegado al poder por lar urnas" y que la búsqueda de la paz debe pasar por la aceptación de "la voluntad del pueblo palestino".

Cuando se le preguntó por la mañana, en un encuentro con parlamentarios españoles, por qué no considera terroristas a Hamás y sí a los líderes palestinos, el presidente ruso respondió que, en Chechenia, Rusia "sólo defiende el orden establecido".

Consenso antiterrorista

El Gobierno español entiende, por su parte, que esa posición sobre Hamás es ahora especialmente útil, ya que permitirá a Putin mantener un diálogo y encauzar la presión internacional para que los radicales abandonen las armas. También aprecia que, en el caso de Irán, el líder ruso haya quedado como el último interlocutor capaz de hacer avanzar una negociación que han agotado los europeos.

El problema que refleja la divergencia en torno a la calificación de los radicales palestinos no impidió, en cualquier caso, que Rusia y España llegaran ayer a una amplia comunidad de lenguaje y planteamientos en materia de antiterrorismo.

En los cinco folios de declaración sobre este asunto suscritos ayer por las dos partes se sanciona la primacía absoluta del Estado de derecho, del derecho internacional y los derechos humanos y de la ONU como marco de una "acción global, concertada y firme", que Madrid y Moscú se comprometen a impulsar bilateralmente mediante una coordinación reforzada de sus actuaciones internacionales y de sus aparatos de seguridad y judiciales.

Las dos partes asumen, además, un enfoque "integral" del problema, que añada a la represión otras medidas preventivas de tipo social y económico, en especial la Alianza de Civilizaciones promovida por Zapatero. No es de extrañar, por ello, que ambos líderes expresaran el mismo punto de vista sobre las viñetas del escándalo. Zapatero reiteró que el debate suscitado "no es sólo de libertad de expresión", sino sobre un problema de "sensibilidad y respeto". Putin rechazó "todo tipo de provocación" que conduzca al enfrentamiento religioso y alabó la carta conjunta sobre el tema del primer ministro turco, Recep Taieb Erdogan, y Zapatero.

En el terreno económico, el líder ruso insistió en que Rusia es un proveedor seguro que siempre ha cumplido sus compromisos energéticos con Occidente y animó a invertir a los empresarios españoles. Ayer, aplazó su salida de Madrid para conversar durante hora y cuarto con los más altos cargos de Repsol-YPF, Iberdrola, Campofrío, EADS-Casa, Talgo, BBVA, Banesto, CAF, PYMAR, OHL y CESCE.