España estará en el cuartel general de la OTAN en Afganistán, pero no lo dirigirá

España está dispuesta a contribuir al cuartel general de la OTAN en Afganistán en 2007, pero no lo dirigirá -como estaba previsto que lo hiciera- el Mando de Alta Disponibilidad de Bétera (Valencia) a partir de febrero del año que viene. El Comité Militar de la OTAN estudia un plan que acaba con el actual sistema de rotaciones y unifica las dos operaciones militares en marcha: la de reconstrucción y seguridad, que dirige la alianza, y la de lucha contra el terrorismo, que encabeza EE UU. El Ministerio de Defensa asegura que, aunque habrá españoles en el nuevo mando unificado de Kabul, no participarán en operaciones de combate contra los reductos de Al Qaeda y del derrocado régimen talibán.

En mayo, el Reino Unido asumirá el mando de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF) que, desde agosto pasado, ostenta un general italiano. En principio, estaba previsto que el mandato británico se extendiera hasta febrero de 2007 y en ese momento debería tomar el relevo el cuartel de Alta Disponibilidad de Bétera (Valencia).

Sin embargo, el Comité Militar de la alianza estudia ya un nuevo modelo de cuartel general para Afganistán, denominado "compuesto", en terminología de la OTAN, que sustituirá el actual sistema de rotación semestral. Este cambio es consecuencia de la expansión de la OTAN hacia el sur (reducto del régimen talibán) prevista para el próximo verano, y de la imposibilidad de mantener la actual división entre ISAF, dedicada a labores de reconstrucción y seguridad, y Libertad Duradera, empeñada en operaciones de combate.

Se trata, en opinión del jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz, de una "buena solución". A España le ahorra el coste que supondría enviar 1.500 soldados a Kabul durante seis meses para hacerse cargo del cuartel general. Pero también le plantea algún problema, ya que España se retiró de la operación Libertad Duradera tras la llegada del PSOE al poder.

Sanz afirmó ayer que probablemente España estará en el cuartel general que dirija ambas operaciones, pero en ningún caso participará en actividades relacionadas con Libertad Duradera; es decir, en la eliminación de los reductos talibanes o de Al Qaeda. También admitió que mientras España mantenga esta política es muy difícil que esté en el "núcleo de mando" del nuevo cuartel general, aunque sí podría hacerse cargo de alguna de las divisiones del mismo en Kabul, por un periodo de un año. Este asunto lo abordarán los jefes militares que acompañan a los ministros de Defensa de la OTAN reunidos hoy y mañana en Taormina, Sicilia (Italia).

El ministro de Defensa, José Bono, expondrá a sus homólogos las "lecciones aprendidas" de Pakistán, donde 370 soldados fueron enviados como parte de la Fuerza de Reacción de la OTAN (NFR). La operación le ha costado a España 18,5 millones de euros a pesar de que ha supuesto el ahorro de seis millones al recurrir al transporte marítimo y ferroviario, en lugar de los aviones, para retirar el material.

Mal reparto de cargas

Hasta ahora, la OTAN ha reembolsado a España unos 350.000 euros y se espera que abone alrededor de dos millones más correspondientes a gastos del cuartel general. Pero España pretende que se haga cargo también de, al menos, parte de los costes de despliegue. El problema, aducen las fuentes consultadas, no es sólo económico, sino de reparto de cargas. "No es lógico que quienes ponen los soldados y asumen los riesgos también tengan que pagar las facturas", agregan. El recurso a los llamados gastos comunes tampoco sería una solución, según las mismas fuentes, pues los países que más contribuyen a este fondo (España lo hace con el 5%) son los que ponen más soldados. "Sería pagar dos veces", aducen.

Tampoco la conducción de la NFR ha sido hasta ahora muy hábil por parte de la OTAN. Por comodidad, se recurrió a ella para socorrer a las víctimas del terremoto de Pakistán, pese a estar diseñada como fuerza de combate. Además, la avanzadilla española estuvo cuatro días retenida en el aeropuerto de Lahore, a 500 kilómetros del lugar del seísmo, porque la OTAN no había sido capaz de acordar su estatuto con Islamabad. No sorprende que muchos países se resistan a asignar fuerzas a la NFR, que debería estar plenamente operativa, con 25.000 efectivos, el próximo 1 de octubre.

Durante la reunión informal en Taormina, Bono tiene previsto un encuentro bilateral con su homólogo alemán, Franz Josef Jung, y un encuentro de todos los ministros de la OTAN con su homólogo ruso, Serguei Ivanov, y con los países del Diálogo Mediterráneo (Marruecos, Túnez, Argelia, Mauritania, Egipto, Jordania y también Israel).