Repliegue por tierra, mar y aire

Mañana se espera que llegue al puerto de Karachi (Pakistán) el buque que traerá a España unas 2.000 toneladas de material empleado en la Operación Respuesta Solidaria II, de ayuda a las víctimas del terremoto del pasado 8 de octubre, y el lunes deben volar de regreso los últimos 30 soldados españoles. Los trabajos del batallón de ingenieros, empeñado durante dos meses en la reconstrucción de escuelas, hospitales o carreteras, concluyeron el 11 de enero, pero la retirada ha durado otro mes debido a la complejidad de la operación y también al propósito de ahorrar.

"Nuestra prioridad ha sido la seguridad del personal. Luego, la del material. Por último, hacerlo de la forma más económica posible", explica el comandante Luis Sanz Muñoz, del Mando de Ingenieros de Salamanca, al frente de la operación.

Si en octubre era urgente llegar cuanto antes a socorrer a los damnificados por el seísmo, y por eso se emplearon más de 12 aviones Antonov e Ilyushin, ahora no había prisa en volver. La mayoría de los militares regresaron a España en tres vuelos de Air Europa los días 20, 25 y 29 de enero. El 19, un Antonov repatrió el material más sensible, como los equipos de transmisiones.

A partir de entonces, los 53 miembros de la Célula de Repliegue (entre ellos, especialistas del Regimiento de Ferrocarriles de Zaragoza o veterinarios encargados de desinfectar el material) organizaron cuatro grandes convoyes ferroviarios, con 70 plataformas y 500 metros de longitud cada uno, para trasladar más de 100 vehículos (77 pesados y 34 ligeros) y 80 contenedores a través de 1.600 kilómetros, de Islamabad a Karachi.

Los viajes, realizados entre el 21 y el 29 de enero, duraron dos días y medio y en cada tren viajaban cuatro militares españoles, enlazados por radio con el mando, y 20 paquistaníes como escoltas. La única incidencia fue el vuelque de una plataforma que produjo daños menores en un camión y tres horas de retraso.