"La tarifa del gas es un refugio inevitable"
La Comunidad Valenciana, principalmente en Castellón, aglutina el 94% de la producción cerámica española. El sector facturó en 2004 más de 3.600 millones de euros y contribuye en un 4,6% al PIB de la autonomía. Los empleos de las empresas cerámicas representan el 7,3% del total de los puestos de trabajo valencianos. Los fabricantes de baldosas y recubrimientos cerámicos presentan ahora sus novedades en la feria más importante del sector, Cevisama, que se celebra en Valencia del 7 al 11 de febrero, uno de sus mejores escaparates y un afianzamiento de su posición, pese a que el encarecimiento del gas, su fuente de energía, se les presenta como un problema, según afirma Fernando Diago, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer).
"Es tan brutal el encarecimiento de la energía que inevitablemente vamos a tener que trasladar al mercado el incremento del precio"
Pregunta. ¿Qué espera el sector de la feria?
Respuesta. Pretendemos un salto conceptual y cualitativo en la línea del plan de promoción que estamos haciendo y la reafirmación de la autoestima y de fe en el futuro.
P. ¿Cuáles son los principales retos del sector?
R. Cuando un sector madura se le exige masa crítica, eficiencia en la gestión, control de la distribución y multilocalización geográfica. Y es lo que hay que conseguir. También tenemos que asumir algo que es seña de identidad de las empresas de futuro que es competencia con la colaboración.
P. ¿Y los principales problemas?
R. En estos momentos sigue existiendo una política energética que contamina todo el proceso productivo y que genera incertidumbre al no percibir que se están estableciendo los cauces para que el mercado energético sea más competitivo, más abierto, más fluido y más acorde con el verdadero precio internacional, eliminando las ineficiencias que la falta de transparencia suele generar.
P. Han anunciado ya una inevitable subida de precios...
R. El sector ha sido muy generoso en los últimos años y ha ido asumiendo los incrementos de costes vía incrementos de productividad. Es tan brutal el aumento del precio de la energía que inevitablemente vamos a tener que trasladar al mercado el incremento del precio.
P. Las azulejeras exigieron la liberalización del mercado del gas, ¿volverían a la tarifa?
R. Siempre hemos huido de la tarifa y hemos defendido el mercado libre, pero antes había mercado. Ahora, los operadores se están yendo de España, lo que quiere decir que el mercado no se está creando, sino que se está destruyendo. Pedimos que se creen las condiciones para que la tarifa no sea necesaria, pero cuando el mercado es tan estrecho y los agentes tan dominantes, la tarifa se convierte en un refugio inevitable.
P. ¿Cree que la OPA de Gas Natural sobre Endesa puede influir esta situación?
R. No entramos a valorar la oferta, pero sí exigimos que el Gobierno garantice la existencia del mercado.
P. ¿Por qué las administraciones incentivan el consumo de otros productos autóctonos y no el del azulejo de Castellón?
R. Ascer es una asociación nacional. Las administraciones dicen que carecen de capacidad de imponer a los creadores de renombre. Hemos puesto en marcha un plan de promoción con el que pretendemos no ser una imposición para los edificios, sino formar parte de la interiorización creativa. Deseamos que los arquitectos nos quieran y que nos den la oportunidad de resolverles sus inquietudes estéticas o técnicas. Hay mucho desconocimiento sobre las cualidades y nuestra labor es dárselas a conocer.
P. El cumplimiento del protocolo de Kioto, la competencia de China, el precio del gas... Cada año es un gran problema para el sector, que, sin embargo, se mantiene con unos niveles de crecimiento positivos. ¿Cuál es el secreto?
R. Nos hemos enfrentado a expedientes antidumping, restricciones en la competencia y otros muchos problemas que forman parte de la problemática industrial actual. El sector siempre ha apostado por la capitalización sectorial, la reinversión de los excedentes. Además, la laboriosidad está fuera de crítica.
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