El congreso de telefonía móvil impulsa la instalación de un centenar de antenas de tercera generación en BCN

El congreso mundial de telefonía móvil 3GSM, que se inaugura en Barcelona el próximo 13 de febrero, no sólo llenará los hoteles y los restaurantes. La celebración de esta feria ha facilitado la instalación de un centenar de nuevas antenas de telefonía de tercera generación (3G), una tecnología que permite entre otras cosas mayor velocidad para navegar por Internet con el móvil. La mayoría de las antenas quedarán fijas en la ciudad.

"Hemos realizado un trabajo junto con las operadoras en el último año y medio para garantizar la cobertura en todas aquellas zonas donde se desarrollará las actividades del congreso", explicó ayer Ramón Massagué, gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona.

Massagué subrayó que si bien se trata de un centenar de nuevas antenas 3G, sólo se han creado unos 50 emplazamientos, ya que el resto son instalaciones preexistentes de la telefonía GSM que han sido aprovechadas. La tecnología 3G requiere de un mayor número de antenas que las que utiliza GSM, pero las primeras son más pequeñas. La mayoría de estas antenas se han instalado en edificios de oficinas y hoteles, pero no en viviendas. El Ayuntamiento prevé que haya cobertura en las zonas más céntricas como Montjuïc y las áreas hoteleras de mayor concentración. "El congreso ha facilitado una aceleración de la inversión de las operadoras", reconoció Massagué.

Las compañías de telefonía han reclamado repetidamente más antenas para que exista cobertura real en la ciudad durante y después del congreso, al que se prevé que asistan unas 50.000 personas. Sin embargo, fuentes del sector consideran que son necesarias un 50% más de antenas para que haya cobertura real. Los organizadores de la feria, junto al Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, hoteles y restaurantes, llevan meses trabajando desde que se anunció que la capital catalana arrebataba la sede a la ciudad francesa de Cannes, que ha sido anfitriona del congreso a lo largo de los últimos 12 años. La ciudad francesa perdió el evento debido a la falta de infraestructuras, como plazas hoteleras suficientes.