Rubalcaba y Zaplana certifican que es imposible pactar el Estatuto catalán

El PSOE y el PP no intentarán llegar a acuerdo alguno sobre el Estatuto catalán dadas las "irreconciliables" posiciones de cada uno en torno al nuevo texto. Así lo certificaron ayer los portavoces del PSOE y del PP, Alfredo Pérez Rubalcaba y Eduardo Zaplana, respectivamente, en una reunión en la que no se entró en el articulado dadas sus "profundísimas discrepancias". Zaplana afirmó que el portavoz socialista no le ofreció "ninguna negociación"; "sólo me contó lo que hay", dijo. Rubalcaba aseguró que el rechazo del PP "es una fachada teórica para esconder su estrategia de oponerse a todo".

No hubo tensión en las dos horas de reunión entre Rubalcaba y Zaplana, dada la relación personal "más que razonable" que ambos mantienen. Ahora bien, cada uno defendió sus posiciones sin atisbo ni resquicio para buscar un acercamiento sobre el nuevo Estatuto catalán, que empezará su tramitación parlamentaria en el Congreso la próxima semana. En la reunión, el dirigente socialista trató de "demostrar" a Zaplana que el Estatuto, tal y como ha salido de la negociación con CiU, es "totalmente constitucional". "Lo hemos revisado una y otra vez y es constitucional de la A a la Z", afirmó.

No obstante, Rubalcaba señaló que había ofrecido a Zaplana analizar los artículos que, según el PP, son contrarios a la Constitución. Pero no habrá ocasión de hacer tal cosa. Según Rubalcaba, "el PP ha construido una fachada teórica que esconde una estrategia de oponerse a todo lo que diga el Gobierno". Así, el socialista dijo que formuló varias preguntas a Zaplana para calibrar "la coherencia del PP". Por ejemplo, aseguró que le preguntó qué hará el PP cuando se vote el artículo 1 del Estatuto, que reproduce el texto del actual y consagra a Cataluña como comunidad autónoma. O qué hará cuando se vote la parte de financiación autonómica que coincide con la autonomía fiscal que defendió el presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué. Rubalcaba también trató de conocer, a través de sus preguntas, qué votará el PP en el capítulo de derechos y deberes cuya redacción, según él, es prácticamente igual al del nuevo Estatuto Valenciano.

La versión de Zaplana de la reunión no coincidió siquiera en ese relato de preguntas que contó Rubalcaba. Según el portavoz popular, el socialista ni le preguntó ni le ofreció negociar nada, sino que sólo le contó cómo ha quedado el texto cerrado entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de CiU, Artur Mas. Un texto que, según Zaplana, sigue siendo "claramente inconstitucional".

El portavoz del PP reiteró la posición de su partido de que la definición de Cataluña como nación "cambia el modelo de Estado" y da lo mismo que esa mención aparezca en el Preámbulo o en el articulado, pues "tiene efectos jurídicos y políticos clarísimos e inequívocos". Para Rubalcaba, la mención del Preámbulo es "meramente descriptiva" de lo que se aprobó en Cataluña.

Zaplana también enfatizó la supuesta inconstitucionalidad del deber de conocer el catalán. Y Rubalcaba insistió en que tal deber es "impropio", es decir, que no obliga a nada.

El portavoz popular esgrimió la tesis de su partido de pedir la paralización de la reforma catalana y modificar antes la Constitución "atendiendo al criterio del Consejo de Estado". El socialista remachó que a su partido sólo le interesa lo que dice el Consejo de Estado en respuesta a las cuatro preguntas que le hizo el Gobierno. Y a nada más.