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EL FUTURO DEL ESTADO AUTONÓMICO

Maragall sostiene que el Gobierno tripartito pende de la coherencia de ERC

"El Estatuto necesita el apoyo de Esquerra tanto como Esquerra necesita hacer suyo el nuevo Estatuto". El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, insistió ayer en el Parlamento autónomo en lanzar guiños a los republicanos de Josep Lluís Carod para que se sumen en el Congreso al consenso estatutario. Pero al tiempo, Maragall advirtió por primera vez a Esquerra de que la continuidad del Gobierno tripartito catalán también depende de su "coherencia" política, es decir, de votar en Madrid lo mismo que en Cataluña.

Maragall se negó a ejercer la misma presión política sobre los republicanos que minutos antes había practicado en el hemiciclo el portavoz de Iniciativa per Catalunya, Joan Boada, quien apeló a la "unidad, responsabilidad y madurez política" de Esquerra.

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El presidente se esforzó por dirigirse a Carod en tono conciliador y hacerle ver que su concurso es imprescindible como formación integrante del Gobierno catalán. "La estabilidad pide coherencia y, por tanto, sé que apoyaremos juntos el proyecto de Estatuto que iniciamos unidos y que, no nos engañemos, no hubiese llegado hasta aquí sin nuestro Gobierno y sin la coalición que le apoya. Lo sabe todo el mundo", afirmó Maragall para ganarse la complicidad de Esquerra. El presidente invocó, una y otra vez, la unidad y madurez de los partidos catalanes. El líder de ICV, Joan Saura, exhortó también a Carod, con quien se reunió en privado, a no quebrar el consenso.

Carod no pudo responder a Maragall en la sesión parlamentaria por la rigidez de los turnos de réplica, pero en su primera intervención recordó que el actual Estatuto -pactado entre "Madrid y la derecha local", criticó- no colma las expectativas de ERC, si bien no renunciará a sentarse en la mesa de negociaciones.

Enfado de Mas

El convergente Artur Mas vio, en las distintas intervenciones de los dirigentes del tripartito, un galimatías de opiniones que afectan, denunció, a la "unidad y cohesión" del Gobierno catalán, y se mostró convencido de que Maragall será incapaz de mantener cohesionado su Gabinete si ERC se mantiene firme en su rechazo al Estatuto. Mas recordó a Maragall y a Carod que fue una formación política "centrista", refiriéndose al PSOE, la que llamó a CiU a Madrid para pactar. "¿No será que el problema lo tienen ustedes? Tanto recurso a la historia, a la derecha, a la izquierda, al no sé qué", reprochó Mas en su habitual tono cortante cada vez que acusan a Convergència de ser un partido de derechas.

Maragall ya había respondido a Carod sobre la continuidad del tripartito. A Mas prefirió darle una de cal y otra de arena. La de cal fue para decirle que CiU será "bienvenida" si quiere implicarse a fondo en la gobernabilidad de España en la próxima legislatura. Y la de arena para rogarle que no utilice el Estatuto catalán como arma para erosionar al tripartito.

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